Foto: PÖLLÖ/WIKIMEDIA COMMONS
MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consumo total de antibióticos es demasiado alto en Europa, aunque depende de la región, según un informe publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde quedan patentes las diferencias entre países ya que el consumo se puede multiplicar hasta por 4 en comparación con los estados donde menos se usan.
"El uso excesivo de antibióticos y su uso indebido son los factores más importantes en la creación de resistencia. Es por ello que el conocimiento de la cartografía del consumo es el primer paso para identificar y hacer frente a este creciente problema de salud pública" , afirma la directora regional de la OMS en Europa, Zsuzsanna Jakab, quien destaca que "la resistencia a los antibióticos no respeta fronteras".
Publicado en 'The Lancet Infectious Diseases', este informe es el primero en dar a conocer los datos sobre el consumo total de antibióticos para los países de la Región Europea. El estudio que recopila datos de 2011 de los 42 países y regiones en la Región Europea de la OMS (dentro y fuera de la UE), y proporciona una imagen clara de la utilización de los diferentes grupos de antibióticos.
"Hasta ahora no hay datos fiables sobre el uso de antibióticos en los países no pertenecientes a la UE en la Región Europea de la OMS" dice el profesor Herman Goossens de la Universidad de Amberes y el investigador principal del estudio. El estudio, llevado a cabo por la Oficina Regional de la OMS para Europa y la Universidad de Amberes (Bélgica), con el apoyo del Ministerio de Salud, Bienestar y Deportes de los Países Bajos, ha recogido y analizado en profundidad datos de seis zonas del sureste de Europa y siete de Asia central y países.
Esto complementa el trabajo que se lleva a cabo en 29 países (los 28 Estados miembros de la UE más Noruega) que participan en la Vigilancia Europea del Consumo de Antimicrobianos Red (ESAC -Net) del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). En 2011, los 53 Estados Miembros de la Región Europea de la OMS adoptó un plan de acción estratégico europeo global sobre la resistencia a los antibióticos, incluido el compromiso de fortalecer los sistemas de vigilancia para supervisar el uso de los antibióticos.
"Nuestros resultados sensibilizan sobre el uso inadecuado de antibióticos y ayudará a estos países a desarrollar indicadores de calidad en el uso de antibióticos. Invito a los políticos a elaborar planes nacionales de acción, que se pueden evaluar si este sistema de vigilancia de reciente creación se continuó y se expandió a otros países de la Región", ha señalado Goossens.
El consumo de antibióticos fue significativamente diferente entre los participantes en el estudio. Turquía, Montenegro, Grecia, Tayikistán y Chipre son los cinco paises que han demostrado un mayor consumo, mientras que los Países Bajos, Estonia, Alemania, Austria y Hungría son los que menos consumen; España se encuentra en la parte media de la tabla (19).
Las penicilinas se la utilizan con mayor frecuencia por todos los participantes, con un general de alto uso de la penicilina de amplio espectro (amoxicilina y ampicilina), especialmente en los nuevos Estados independientes (NEI). Los participantes en el sudeste de Europa consumen grandes volúmenes de cefalosporinas de primera generación, comparables a utilizar en los países del norte de la UE. Montenegro y Serbia, en particular, utilizan la acción prolongada de azitromicina macrólido. Se observó notable alto uso de tratamiento antibiótico parenteral en todos los NEI.
Las conclusiones del informe muestran que sería necesaria una actuación reguladora masiva para cambiar la actual situación."Antibióticos de amplio espectro son usados en exceso", lo que sugiere que se les recetan mucho, que existe herramientas de diagnóstico inadecuadas y la población tienen un conocimiento limitado de la resistencia a los antimicrobianos. Asimismo, han observado que existen marcas particulares de antibióticos que son usadas en exceso o mal utilizados. "Esto puede ser consecuencia de la comercialización de la industria farmacéutica, así como un conocimiento insuficiente de los prescriptores y el público en general", ha añadido.