MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Teresa Romero y la médico que la atendió el pasado 2 de octubre en un centro de salud de Alcorcón han llegado este miércoles a un acuerdo después de que la auxiliar de enfermería haya reconocido que no la informó acerca de que estuvo en contacto con los misiones fallecidos por el ébola.
Así lo ha reconocido durante el acto de conciliación previo a la interposición de una demanda que pretendía presentar la doctora contra Romero por calumnias e injurias. Alcanzado el acuerdo, ya no se querellará.
Se trata de la doctora de Atención Primaria que atendió a Romero el pasado 2 de octubre en el centro de salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón. La médico negaba que Teresa acudiera al centro seis días antes de ser ingresada, ya que lo hizo cuatro días antes de entrar en el Hospital Carlos III.
Tras concluir el acto, la auxiliar de enfermería ha leído a los medios --como exigía el acuerdo-- un comunicado en el que ha manifestado que antes de acudir a la consulta, el 2 de octubre, no superó el umbral de 38,6 grados de temperatura, "necesario para activar el protocolo por el ébola", y ha agregado que no le comunicó que viniera de atender a un paciente infectado.
NEGOCIACIÓN DIFÍCIL
La abogada Ana Plaza, que defiende a la médico, ha celebrado que "por fin" se haya llegado a un acuerdo, dado que ha sido "complicado" al durar bastante tiempo. Por tanto, ha recalcado que Teresa Romero ha aceptado la versión de su cliente, sosteniendo que no le comunicó que estuvo en contacto con los misioneros.
Por su parte, el letrado de Teresa Romero, José María Garzón, ha afirmado que el objetivo del acuerdo "no es si lo dijo o si lo hizo" después de los "padecimientos" que tiene su cliente y "las lagunas", lo que le lleva a tener que hacer "un esfuerzo recordatorio" de lo sucedido. "Lo que ha dicho lo ha mantenido públicamente y siempre ha mantenido su versión. Es claro y contundente, no ha discusión", ha aseverado.
Inmediatamente después, la letrada de la doctora le ha interrumpido y ha querido dejar claro que "la doctora no aceptaba que se pusiera en duda si (Teresa Romero) lo dijo o no o si fuera recordado o no".
"El hecho de que no se lo comunicó a la doctora era requisito imprescindible para firmar el acuerdo. Teresa reconoce públicamente que no ha informado a la doctora", ha recalcado, al tiempo de agregar que la negociación no ha sido fácil, ya que no se ponían de acuerdo en la propia redacción de los puntos. "Era innegociable que tenía que hacer público que no comunicó a la doctora que venía de atender a pacientes", ha zanjado.
NO QUERÍA PERJUDICAR A SU MÉDICO
A continuación, Javier Limón ha destacado que su esposa no ha querido perjudicar a su médico de cabecera, con el que ha estado durante "muchos años". "No queremos poner en duda su honorabilidad y profesionalidad. Aceptamos que Tere nunca superó el umbral de fiebre, de hecho no lo supero en toda la semana hasta la noche del 5 al 6 de octubre que fue cuando llamamos a urgencias", ha relatado.
"Los protocolos de la Organización Mundial de la Salud dice que hasta que no se llega a esa fiebre el ébola no es contagioso, de hecho a las pruebas me remito porque no hemos contagiado nadie", ha aseverado el marido de la auxiliar de enfermería.
Por ello, ha reseñado que aceptan que fue a la consulta el 2 de octubre y no el martes 30 de septiembre, tal y como se mencionó en algún medio de comunicación.
"Aceptamos que tal vez no lo dijo y no queremos perjudicar su imagen y su profesionalidad. Ella cree que se lo dijo. Ella llamó a medicina preventiva una horas después y no se activó el protocolo porque no se había superado el umbral de fiebre", ha insistido.