MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Iowa (UI), en Estados Unidos, confirma que el juego patológico se da entre varios miembros de una misma familia. "Nuestro trabajo demuestra claramente que el juego patológico en la familia se produce a un ritmo mayor que el de muchos otros trastornos conductuales y psiquiátricos", afirma Donald W. Black, profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina Carver de UI.
"Creo que los médicos y proveedores de atención médica deberían estar alerta si ven a una persona que sufre juego patológico, ya que es muy probable que tenga un pariente cercano con el mismo problema o similar", añade. El juego patológico, que es lo suficientemente grave para convertirse en un trastorno clínico, consiste en un importante problema de salud pública que afecta a entre el 0,5 y el 1,5 por ciento de los adultos estadounidenses en algún momento de sus vidas.
Esta investigación reclutó a 95 jugadores patológicos y 91 sujetos de control, emparejados por edad, sexo y nivel de educación, de Iowa, así como 1.075 adultos relacionados en primer grado con los participantes del estudio (padres, hermanos e hijos). Mediante entrevistas, el equipo de este estudio determinó el diagnóstico de juego patológico o no de todas las personas en el estudio.
Los autores encontraron en su trabajo, cuyos resultados se publican en la revista 'Journal of Clinical Psychiatry', que las probabilidades son aproximadamente ocho veces mayor de sufrir juego patológico entre los miembros de las familias afectadas frente a las de control
Cuando los investigadores repitieron el análisis para centrarse en los problemas de juego, un grupo más grande de personas que el de los que padecen el estrechamente definido juego patológico, vieron que un 16 por ciento de los parientes de jugadores patológicos padecían problemas de juego frente al 3 por ciento de los familiares de los controles.
Los expertos también demostraron que los familiares de jugadores patológicos registraban las tasas más altas de depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad social, trastornos por uso de sustancias, trastorno de estrés postraumático y trastorno de la personalidad antisocial. "Esto sugiere que el juego patológico puede compartir una predisposición genética subyacente con estos trastornos", afirma Black.
Estos resultados parecen confirmar investigaciones anteriores y la observación clínica sobre el trastorno antisocial de la personalidad que sugieren que podría estar biológicamente relacionado con la ludopatía. Sin embargo, Black se mostró sorprendido por la conexión entre el juego patológico y la ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático.
El trabajo sentenció que los trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor y el trastorno bipolar, así como el abuso de sustancias, son comunes en los jugadores patológicos, pero el análisis sugiere que esto probablemente no se debe a una predisposición subyacente biológica compartida.