Los pediatras culpan a la comida basura, el sedentarismo y la "mala educación" el "peligroso" aumento de peso en niños

Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 18:24

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los abusos con la comida basura, la falta de ejercicio y la "mala educación" que, en muchas ocasiones, reciben los menores en materia de hábitos saludables son las principales causas del "peligroso" aumento de los índices de obesidad infantil que se registran en España y que podrían hacer que los niños de ahora sufran antes que sus padres, enfermedades relacionadas con el exceso de peso, explicó a Europa Press el doctor José Luis Bonal, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).

"Estoy convencido de que es posible que los niños de hoy sufran antes que sus padres enfermedades relacionadas con la obesidad y corran el riesgo de morir antes porque no tienen una dieta correcta a causa de que la situación familiar ahora es diferente, el niño tiene todo a su alcance y las madres, a la hora de preparar la comida, hacen caso a frases como 'al niño no le gusta'", indicó el experto.

El especialista recomienda que al niño se le dé "sólo una opción" a la hora de comer porque "si se pone sólo una opción, el primer día el niño puede rechazar la comida, pero mañana si tiene hambre se la come, pero las madres son reticentes a 'dejarlos sin comer'", apuntó.

"Hay que educar mucho a la población en cuanto a medidas de control de los niños y en cuanto a la obesidad es fundamental inculcar desde la guardería una alimentación correcta. La clave está en la formación familiar y que en los comedores escolares se ofrezca una dieta sana, que lo están haciendo, están huyendo de las empresas de 'catering' donde sólo se daba al niño fritos y empanados", aseveró.

SIN RECOMPENSAR AL NIÑO CON 'CHUCHERÍAS'

Para el doctor Juan Ruiz Canela, presidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la promoción de hábitos saludables en la infancia es "clave", ya que muchas enfermedades que desarrollan en la edad adulta vienen de las costumbres adquiridas en la escuela y en el hogar por el menor.

"Muchas cosas del adulto, hipertensión, obesidad, vienen de los primeros años y en los niños es modificable, en función de que se trabaje en la familia. Por eso hay que hacer más visibles los problemas del niño porque la clave del problema está ahí", indicó.

"Si no se afrontan medidas preventivas eficaces, la situación empeorará. Antes se hacía más ejercicio, no se comía tanta comida basura, habría menos obesidad, por lo que sería razonable pensar que, si no se actúa, se reduzca la esperanza de vida", añadió.

El doctor Canela asegura que esta situación "empeora en las clases con menos recursos económicos, donde todavía la obesidad está bien vista y donde más se consume comida basura o rica en grasas". A su juicio, las familias con más nivel cultural son las que introducen en la educación del menor "conductas positivas, como no recompensar al niño con 'chucherías' o bollos y negarle ciertos abusos, tanto en la dieta como de hábitos como las videoconsolas o la televisión.

"Las comunidades autónomas con rentas más bajas son las que tienen los peores índices de obesidad. Según un estudio reciente, en este campo Andalucía y Canarias son las que van peor", concluyó.