L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 30 Ene. (EUROPA PRESS) - El Hospital de Bellvitge ha desarrollado una nueva técnica que permite reconstruir la totalidad de la mama en una misma intervención quirúrgica, mínimamente invasiva, en la que se practica la mastectomía a pacientes con cáncer de mama. Los responsables del servicio de cirugía plástica y de cáncer de mama del hospital han presentado este jueves la técnica que ya se ha utilizado con 22 pacientes desde finales de 2012. La técnica está indicada para pacientes con cáncer de mama a las que se tiene que practicar una mastectomía total del pecho para eliminar el tumor y una reconstrucción de mama mediante prótesis. En la misma intervención de la mastectomía, los cirujanos proceden a la reconstrucción integral de la mama, incluidos el pezón y la aureola, un hecho sin precedentes hasta ahora en España, según los responsables del hospital, ya que hasta ahora la reconstrucción de estas dos partes se realizaba de forma diferida. "Con este avance conseguimos paliar el trauma que sufría la paciente al ver la nueva mama reconstruida sin aureola ni pezón, además de evitar nuevas visitas al quirófano", ha explicado el doctor Joaquim Muñoz, cirujano plástico del Hospital de Bellvitge. La cirugía se realiza haciendo uso de la endoscopia para extraer el músculo dorsal ancho para ser trasplantado en la mama extirpada. "Este músculo sirve de sujetador interno para proteger la prótesis mamaria y para dar volumen al pecho reconstruido", ha explicado el doctor Muñoz. Actualmente, más del 30% de las pacientes de cáncer de mama tienen que someterse a una mastectomía, y en la mitad de estos casos la reconstrucción de la mama se tiene que realizar con prótesis. Según el doctor Muñoz, la técnica desarrollada en el Hospital de Bellvitge "permite hacer todo el proceso en un único tiempo quirúrgico, tiene mejores resultados que el uso de mallas sintéticas y, para la paciente, el resultado estético es inmediato y la cicatriz en la espalda es mínima". Una de las pacientes que se ha sometido a esta técnica es Leonor Garrido, de 47 años, que ha explicado a los medios de comunicación: "La recuperación es bastante buena, la cicatriz es pequeña y físicamente te ves bien". "Como mujer, lo que quieres es quitar la enfermedad, pero también físicamente te quieres ver bien, que puedas estar a gusto en la playa o en la piscina", ha relatado Garrido.