MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Muchas personas en paro sienten cierta frutación cuando llega el mes de agosto, lo que les impide plantear con serenidad sus vacaciones. Y es que, al llegar el verano y no haber conseguido un trabajo, tienden a pensar que no tienen derecho a descansar y sienten incluso un sentimiento de culpabilidad si disfrutan de actividades de ocio y tiempo libre.
"De hecho, olvidan que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo, que puede agotar y desgastar como cualquier otro. Las vacaciones suponen un periodo de descanso en el que se interrumpe una tarea habitual, que no ha de ser estrictamente un empleo: puede ser un curso formativo, un Máster, una etapa de búsqueda intensa de trabajo", ha comentado la directora de Operaciones de la Fundación Adecco, Arancha Jiménez.
Por este motivo, la Fundación Adecco ha aportado diez consejos para que las personas que se encuentren en esta situación pasen un mes de agosto sin frutraciones y se olviden del estrés:
1.- Convéncete: estás más cerca de tu objetivo. El trabajo que has hecho hasta ahora no ha sido en balde, sino que forma parte del proceso de búsqueda de empleo. Tal vez has sido descartado de entrevistas o no te han llamado para esa oferta que tanto ansiabas. Sin embargo, no has perdido el tiempo, sino que has dado pasos muy firmes que te acercarán a tu objetivo laboral.
"Tienes que creértelo y para ello es importante anotar todo lo que has aprendido en esta etapa. Seguro que has adquirido habilidades para desenvolverte mejor en una entrevista o quizás has mejorado tu currículum con formación en informática o idiomas. Todo suma y te acerca y a la meta", señalan.
2. Desconecta, al menos 15 días, de la búsqueda de empleo. Piensa que, salvo los contratos propiamente estivales, las empresas posponen sus procesos de selección al mes de septiembre, por lo que agosto es el mes idóneo para tomarse un descanso. Este tiempo de desconexión mejorará tu salud emocional y te servirá para reactivar la búsqueda con aires renovados.
3. Lee. Es la forma más económica de viajar, transportarse a otros lugares o vivir nuevas experiencias. Ponerse en la piel de otras personas y meterse en historias de ficción ayuda a relativizar, abre nuestra mente e incrementa nuestra capacidad de comunicación y expresión.
4. Haz deporte, cuantos más días mejor. Favorece el bienestar emocional y la mejoría psicólogica a través de la producción de las llamadas 'hormonas de la felicidad' o endorfinas. No hay mejor tratamiento antiestrés que el ejercicio físico, así que sólo queda identificar el que más te guste: montar en bici, salir a correr, jugar al fútbol o escalar. Si no disfrutas especialmente con ninguna de estas actividades, opta por caminar de forma prolongada y a buen ritmo: es tanto o más beneficioso que hacer deporte.
5. Cocina. Preparar tus propios platos y aprender nuevas recetas fomenta la creatividad, relaja, ayuda a despejar la mente y a liberar tensiones. Además, el hecho de disfrutar de algo que hemos preparado nosotros mismos, refuerza nuestra autoestima.
6.- Aprovecha para conocer lugares nuevos. No es necesario planificar viajes que supongan un gran desembolso económico: a veces basta con pasar el día en un pueblo de la sierra o en el campo. Lo importante es cambiar de aires y disfrutar de nuevos paisajes y experiencias: todo ello incide en nuestro bienestar y potencia la salud emocional.
7.- Disfruta de tus seres queridos. No permitas que la situación de desempleo afecte a tus relaciones familiares y/o amistosas. Apóyate en los que quieres, dedícales tiempo, escúchales y disfruta de su compañía. No importa la actividad que realicéis: lo importante es estar juntos.
8.- Haz voluntariado. El voluntariado siempre es una buena opción. Infórmate de los proyectos de las asociaciones locales de tu zona y anímate a participar. Conocerás gente nueva, te sentirás bien haciendo una actividad solidaria y, sin darte cuenta, podrás incorporar un valor añadido a tu currículum: el voluntariado dice mucho de una persona y hoy es muy valorado por las empresas.
9.- Planta una semilla. Si es en familia, mejor, pues refuerza los vínculos y la conexión con ellos. Simbolizará tu crecimiento personal y tendrás una nueva motivación diaria: verla crecer, cuidarla y descubrir una curiosa metáfora muy aplicable a la búsqueda de empleo: hasta el más grande de los árboles empezó siendo una semilla.
10.- Plantéate nuevos retos. Una vez finalizado el tiempo de descanso, es importante reactivar la búsqueda con nuevos retos y motivaciones. Aconsejamos incorporar elementos diferentes que rompan la rutina que teníamos antes del verano.
Por ejemplo, si nunca habías utilizado redes sociales para buscar trabajo, es una buena ocasión para empezar a hacerlo y marcarte objetivos. Otros retos pueden ser asistir a ferias y eventos, enviar el currículum de forma proactiva a empresas o acudir a organismos especializados. Siempre hay algo que podamos hacer para mejorar.