MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El miembro del servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Ramón Lecumberri, ha demandado más investigación para clarificar la relación entre trombosis y cáncer, ya que padecer la enfermedad aumenta el riesgo de sufrir una, y "diversos actores que participan en el sistema de coagulación juegan un papel muy importante en el proceso de desarrollo y progresión del tumor".
Así se ha expresado con motivo de la celebración, el próximo lunes, del Día Mundial de la Investigación en Cáncer, aunque el doctor Lecumberri ha reconocido que "el interés por estudiar la asociación entre trombosis y cáncer ha aumentado considerablemente en los últimos años".
El 20 por ciento de los pacientes con cáncer tiene problemas de coagulación y el 10 por ciento de los fallecimientos de los pacientes son consecuencia de una trombosis. "Muchos tumores inducen una hipercoagulabilidad que facilita esta complicación", ha explicado el especialista.
Además, en el incremento del riesgo influyen otros factores. Pueden estar relacionados con los tratamientos, ya que algunos fármacos antitumorales tienen un efecto protrombótico, y otros son los propios factores de cada paciente, como la falta de movilidad por ingresos o cirugías.
No obstante, "las áreas de incertidumbre siguen siendo numerosas" y profundizar en el conocimiento de los mecanismos biológicos implicados en la asociación del cáncer y la trombosis podría "llevar a identificar nuevas dianas terapéuticas", ha indicado.
Además, en el campo de la investigación clínica encaminada a reducir las complicaciones trombóticas, investigar podría "mejorar la eficacia y seguridad de los fármacos anticoagulantes y aumentar la calidad de vida de los pacientes", ha añadido el experto.
En este sentido también se ha expresado el presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, el doctor José Antonio Páramo, que ha apuntado que éstas "son razones suficientes para redoblar los esfuerzos de investigación en trombosis y cáncer desde una visión transversal".
Ha apostado por hacerlo "con las aportaciones de todas las especialidades médicas que tratan a los pacientes y con la investigación básica para desentrañar los mecanismos implicados y, lo que es más importante, los aspectos preventivos y terapéuticos con el objetivo de reducir la morbimortabilidad", según ha dicho el doctor Páramo.
LA PREVENCIÓN ES EL ARMA MÁS EFICAZ
La prevención es el arma más eficaz para luchar contra la trombosis, pero para ello es necesario conocer el riesgo individual. "Se han desarrollado escalas predictivas de riesgo, sobre todo para los enfermos con cáncer en tratamiento ambulatorio, pero su utilidad práctica es limitada", ha explicado Lecumberri.
Las terapias que se podrían utilizar son la heparina de bajo peso molecular, pero "no está claro a qué pacientes ambulatorios se les debería administrar heparina sistemáticamente", según el especialista.
También existen los anticoagulantes orales de acción directa, cuya eficacia para disminuir la incidencia de trombosis se estudia en la actualidad. "En los pacientes con cáncer hospitalizados por un proceso agudo se recomienda profilaxis antitrombótica con heparina de bajo peso molecular, que ha demostrado una alta efectividad", ha concluido el doctor.
Por último, tanto Lecumberri como Páramo han abogado que, para avanzar en el campo de la investigación, "es indispensable el concurso de todas las partes implicadas: pacientes, médicos y personal de enfermería, directivos de hospitales y autoridades políticas".