LONDRES, 30 Sep. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han observado que el uso de anticonceptivos hormonales, incluidas las píldoras anticonceptivas o implantes, pueden aumentar el riesgo de que la mujer sufra depresión y tengan que recibir tratamiento, según los resultados de un amplio trabajo que publica la revista 'JAMA Psychiatry'.
En su estudio analizaron el uso de antidepresivos en una base de datos con más de un millón de mujeres, y vieron que quienes recurrieron a la anticoncepción hormonal tenían un riesgo significativamente mayor de que les prescribieran más adelante estos fármacos, frente a quienes recurrieron a otro método para evitar embarazos.
Además, vieron que cuando los anticonceptivos hormonales se utilizaban en la adolescencia el riesgo era mayor y que también variaba dependiendo del método utilizado.
"Nunca antes se había hecho un estudio tan exhaustivo sobre esta cuestión", ha reconocido Ojvind Lidegaard, autor del estudio, pese a que algunas investigaciones previas ya habían intentado aclarar si existe una relación entre la depresión y el uso de estos anticonceptivos pero fueron contradictorios.
Los autores recuerdan que la prevalencia de la depresión es casi el doble entre las mujeres, en comparación con los hombres, pero esa diferencia no surge hasta después de la pubertad. Y se cree que dos hormonas sexuales femeninas, los estrógenos y la progesterona, podrían aumentar el riesgo durante la edad fértil.
Las participantes en el estudio tenían entre 15 y 34 años y se les hizo un seguimiento entre los años 2000 y 2013, y sólo tuvieron en cuenta los diagnósticos de un episodio de depresión realizados durante ese periodo, excluyendo también a aquellas mujeres con otro trastorno psiquiátrico grave.
Alrededor del 55 por ciento de las participantes usaron anticonceptivos hormonales durante el período de estudio, haciendo un seguimiento de 7 años a cada una. Y durante el periodo que duró el estudio, vieron como un total de 133.178 mujeres fueron tratadas con medicamentos antidepresivos y a 23.077 se les diagnosticó un primer episodio de depresión.
En comparación con las mujeres que no usan anticonceptivos hormonales, las que utilizaron píldoras anticonceptivas eran un 23 por ciento más propensas a que su médico les prescribiera un tratamiento antidepresivo durante el periodo de estudio.
CON EL ANILLO VAGINAL O EL PARCHE, EL RIESGO AUMENTA
Entre quienes utilizaron píldoras con la hormona progestina el riesgo era un 34 por ciento mayor, que se incrementaba hasta más en un 60 por ciento en quienes utilizaron un anillo vaginal, mientras que el riesgo se duplicaba para quienes usaban el parche anticonceptivo. Y todos estos riesgos fueron ligeramente superiores entre las adolescentes.
Así, en comparación con las niñas de 15 a 19 años que no usan anticonceptivos hormonales, los investigadores vieron un aumento del riesgo del 80 por ciento de ser tratadas con antidepresivos por primera vez en las menores que usaban píldoras anticonceptivas, mientras que en las que incluían la progestina aumentaba un 120 por ciento.
Y en lo que respecta al diagnóstico de depresión, cuyo riesgo era bajo en términos generales, vieron que el uso de la anticoncepción hormonal aumentaba el riesgo de sufrir este trastorno y recibir el diagnóstico de un profesional.
Pese a este hallazgo, los investigadores advierten de que sus resultados son limitados por varios factores, ya que a veces los antidepresivos se prescriben por otros motivos distintos a la depresión.