MADRID, 20 Abr. (EDIZIONES) -
El control de insectos constituye una competencia municipal y de las comunidades autónomas. Desde hace un par de años, y debido a la expansión del mosquito tigre en España, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad trabaja con las comunidades autónomas en un plan de preparación y respuesta frente a dengue, chikungunya y Zika, enfermedades transmitidas por mosquitos .
Según explica a Infosalus Ricardo Molina, jefe del Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, la entomología médica estudia los artrópodos como pieza clave en la transmisión de enfermedades de la importancia, entre otras, del paludismo, la fiebre amarilla, el dengue o el más actual virus Zika.
El plan articulado por el Ministerio de Sanidad se ha actualizado para incluir al virus Zika. Uno de sus objetivos es propiciar la vigilancia y el control sobre las poblaciones de mosquito tigre, el potencial vector del virus presente en toda la costa mediterránea, Huesca e Irún. Presentado a inicios de febrero, el plan impulsado por iniciativa del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), tiene dos líneas básicas: la vigilancia, saber si está y dónde está el mosquito tigre dentro de nuestras fronteras, y la articulación de medidas ante la llegada de una persona infectada de alguna zona endémica.
En este sentido, se estudian aspectos como si en el lugar de residencia de la persona existe este vector, y si está en letargo o activo, para tomar las medidas específicas para que la persona no sufra una picadura del mosquito.
LOCALIZAR A LOS MOSQUITOS MEDIANTE TRAMPAS
Molina nos cuenta cómo se realizan programas de muestreo para saber dónde existen mosquitos a través de trampas, unas más o menos sencillas y otras más sofisticadas:
* Ovitrampas: son trampas que simulan los lugares en los que el mosquito pone sus huevos, en la zona de contacto del agua con las paredes del recipiente que la contiene y no en ella que es donde se desarrollan las larvas. Se trata de recipientes cerrados con un orificio en uno de sus laterales para impedir su rebosamiento si llueve. Se llenan de agua hacia la mitad y se coloca verticalmente una pieza rectangular de tablex en su interior para que los insectos se sientan atraídos por esta superficie de contacto húmeda para poner sus huevos.
"Aunque los dispositivos son baratos en cuanto al material empleado no lo es así su gestión, que requiere de la participación de muchos técnicos, lo que encarece el trabajo de campo", apunta el entomólogo del Instituto de Salud Carlos III, una entidad que depende de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad.
* Trampas de olor: las trampas más sofisticadas como las llamadas BG Sentinel atraen a los mosquitos adultos con sustancias olorosas que simulan el olor de nuestro sudor. Son más voluminosas y poseen un ventilador que cuando el mosquito se acerca, atraído por el olor, permite succionarlo hacia un contenedor que hay en su interior.
"Hay que tener en cuenta los hábitos del mosquito, ya que en el caso del mosquito tigre vuela de día y para ellos es más oportuna la trampa olorosa mientras que en el caso de los que tienen una actividad nocturna es más útil emplear trampas que tienen una luz como atrayente", aclara Molina.
El mosquito común del verano suele ser el de hábitos nocturnos que nos desvela por la noche con su zumbido pero en el caso del tigre, hay que recalcar que actúa durante el día y sobre todo a la hora de ponerse el sol y al amanecer.
MOSQUITOS TRANSGÉNICOS
En cuanto al control de mosquitos se están barajando medidas como la liberación de mosquitos transgénicos pero es algo que tiene muchos detractores y que se encuentra aún en una fase muy experimental ya que se desconocen con detalle las consecuencias medioambientales que su uso puede tener.
Se deben liberar solo machos manipulados y deben ser millones de ellos. La empresa americana que realiza ensayos experimentales en el campo en Sudamérica reconoce que en la suelta no pueden evitar liberar algunas hembras y no está claro que las variantes que se desarrollen puedan reducir la población.
Se trataría de una variante cuyas larvas no pueden desarrollarse sin la presencia de tetraciclina en el agua. Los mosquitos transgénicos se cruzarían con las hembras silvestres y las larvas sin tetraciclina en el ambiente morirían pero la empresa no ha acreditado que disminuya la presencia de dengue, el principal problema, para el que por el momento no hay vacuna.
Las objeciones son que no existe una valoración de riesgos exhaustiva que asegure que no se produzca una mutación en estos híbridos de laboratorio y que estos sean más peligrosos que los precedentes: se desconoce la estabilidad genética asociada a los cambios de manipulación y si la posible contaminación de tetraciclinas en el agua, mas frecuente de lo que imaginamos, puede llevar a trasladar a otras zonas geográficas las poblaciones del mosquito.
CONTROL BIOLÓGICO
Por otro lado están los peces que comen larvas y que viven en lagunas permanentes. Son las gambusias, pequeños peces larvívoros introducidos a principios del siglo XX en España para controlar el paludismo, una enfermedad que llegó a producir hasta 400.000 casos en 1942 y que se consiguió erradicar pocos años después.
Pero se trata de un pez exótico, lo que supone que en la actualidad no se puede hacer una suelta por los riesgos para las especies locales por lo que es necesario buscar una especie autóctona que pueda introducirse en las zonas húmedas sin que desplace a las poblaciones de peces propios.
"Hay que tener en cuenta que la directiva europea sobre el uso de biocidas es muy restrictiva a pesar de ser un recurso de control muy eficaz. Además, los requisitos y estas exigencias de cuidado ambiental europeas hace que las empresas pequeñas y medianas estén fuera de este ámbito y cada vez haya menos empresas que investiguen en esta materia", comenta Molina.
Por último, el entomólogo recuerda las imágenes vistas en los medios de comunicación de operarios bien protegidos que con nebulizadores rocían de insecticida de forma directa a niños sin ropa en Brasil. Molina recuerda que algunos de estos productos se absorben a través de la piel y pueden ocasionar males mayores que la propia picadura del mosquito ya que su uso en personas está contraindicado y como producto ambiental también debe de tener importantes restricciones.