El coste económico de cuidar a una persona autista puede superar el millón de euros

Actualizado: lunes, 16 junio 2014 16:42

MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El costo durante toda la vida del apoyo a cada individuo con trastorno del espectro autista (TEA) con problemas intelectuales puede llegar a los 2,4 millones de dólares (1,7 millones de euros), según calcula un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania (Penn) y el Hospital de Niños de Filadelfia, en Estados Unidos.

   En esta investigación publicada este martes en la edición digital de 'JAMA Pediatrics', sus autores encontraron que los costos de una persona con TEA y discapacidad intelectual llega a 2,4 millones de dólares en Estados Unidos y 2,2 millones de dólares en Reino Unido y para quienes padecen TEA sin discapacidad intelectual, cerca de 1,4 millones de dólares (poco más de un millón de euros) en ambos países.

   El trastorno del espectro autista es una condición del desarrollo neurológico que conduce a problemas sociales, de comunicación y de comportamiento, y puede ser una fuente importante de estrés en la salud a largo plazo y afectar al bienestar social y financiero de los individuos aquejados, sus familias y la sociedad. Comúnmente se coproduce con discapacidad intelectual, un deterioro cognitivo que comienza en la infancia y hace que la función intelectual esté por debajo del promedio y se carezcan de las habilidades necesarias para la vida diaria.

   "Hemos tratado de mirar cómo TEA afectará económicamente, no sólo el costo de atender a esta población, sino también por la pérdida de la productividad individual y de los padres en Estados Unidos y Reino Unido", detalla el autor principal, David Mandell, director del Centro para la Política de Salud Mental y Servicios de Investigación y profesor asociado de Psiquiatría y Pediatría en Penn.

   El equipo, formado por expertos de Penn y la 'London School of Economics', en Reino Unido, analizó la literatura existente en ambos países, para complementar y actualizar según sea necesario, con el fin de estimar el costo de alojamiento, servicios médicos y no médicos, educación especial, empleo y la pérdida de productividad.

   Se estima que el número de personas con TEA es de 3.540.909 en Estados Unidos y de 604.824 en Reino Unido. Suponiendo que el 40 por ciento de las personas con TEA también tiene una discapacidad intelectual ID, el conjunto del costo nacional de apoyo a los niños con TEA se estima en 61.000 millones por año en Estados Unidos y 4.500 millones de dólares en Reino Unido.

   El número de pacientes con discapacidad intelectual se estima en el 60 por ciento, por lo que estos costos por año en ambos países se elevan a 66.000 millones de dólares en Estados Unidos y 5.000 millones de dólares en Reino Unido.

   Asumiendo una prevalencia del 40 por ciento de discapacidad intelectual, los costos en el caso de adultos eran de 175.000 millones de dólares por año en Estados Unidos y 43.000 millones en Reino Unido; unas cifras que aumentan hasta los 196.000 millones y 46.000 millones, respectivamente, cuando la proporción de adultos con discapacidad intelectual se eleva al 60 por ciento.

LA EDUCACIÓN ESPECIAL, UNO DE LOS CONTRIBUYENTES AL COSTE

   Para las personas aquejadas de TEA sin discapacidad intelectual, el costo de por vida se estimó en 1,43 millones de dólares en Estados Unidos y 1,36 millones en Reino Unido. Los principales contribuyentes al coste total en los dos países en todos los grupos de edad fueron los costos directos no médicos, como la  educación especial en la infancia, e indirectos, como la pérdida de productividad: de los padres y de los pacientes en la edad adulta, ya que la mayoría de estas personas pueden encontrar dificultades para trabajar.

   "Estas cifras que proporcionan información significativa pueden ayudar a los responsables políticos y los organismos a tomar decisiones acerca de cómo asignar los recursos para atender mejor a esta población", dice Mandell. "De particular importancia es que uno de los grandes costos fue la pérdida de salarios de los padres", destaca.

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