CASTELLÓN 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón trata cada año a unos 500 pacientes con ondas de choque extracorpóreas de partes blandas, una técnica que tiene una agresividad mínima y unos buenos resultados para el tratamiento de ciertos procesos musculoesqueléticos, según han explicado fuentes del centro sanitario en un comunicado.
La terapia de ondas de choque, que en urología se utiliza para la destrucción de cálculos, se aplica en el área de traumatología y Medicina del Deporte para curar los dolores de las partes blandas próximas al hueso (entesistis).
Así, está indicada en el tratamiento de tendinitis cálcica, epicondilitis humero radial ('codo de tenista'), epicondilitis humero cubital ('codo de golfista') y tendinitis patelar ('rodilla de saltador'), así como otras patologías semejantes.
La mayor parte de estas patologías están asociadas a la práctica de actividades deportivas, aunque también se detectan en otros casos, según el responsable de la Unidad de Medicina Deportiva, el doctor José Molés, quien ha explicado a modo de ejemplo que el manejo del ratón del ordenador provoca tensiones en los tendones del codo, lo que se conoce popularmente como "codo de tenista".
Las ondas de choque son ondas electromagnéticas similares a los ultrasonidos, pero con una frecuencia y densidad de energía más elevada que se originan en un aparato especial fuera del cuerpo humano y se concentran en un punto de acción, que es la zona de tratamiento. La energía que emiten dichas ondas consigue desmenuzar los depósitos de calcio en los tendones, con lo que desaparecen los dolores.
"Una de las ventajas del tratamiento es la inmediata recuperación del paciente, puesto que no precisa ser ingresado, mientras que antes se sometía a intervenciones quirúrgicas para ser tratado de esas dolencias", ha manifiestado el doctor Molés.
Para un tratamiento correcto, ha indicado el experto, se requieren unas tres sesiones y en cada una de ellas se efectúan unos 2.000 impactos durante diez minutos aproximadamente. Los buenos resultados de las ondas de choque permiten sustituir medidas quirúrgicas, con lo que a largo plazo se produce un considerable ahorro de medios en el tratamiento de enfermos crónicos.
El tratamiento está contraindicado en personas con marcapasos, así como en mujeres embarazadas y en niños que presentan inmadurez esquelética o infecciones agudas en el tejido afecto.