MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
A pesar de que España presenta la mayor prevalencia del dolor corporal (63 por ciento de la población), el dolor de cabeza no es tan frecuente entre como cabría esperar, ya que solo dos de cada diez personas lo sufren semanalmente, un dato que sitúa al país entre aquellos con menor incidencia de este tipo de dolor, según el Barómetro del Dolor 2017, promovido por Voltadol y realizado entre 15 países europeos.
Este dolor no solo suele tener consecuencias físicas sino también emocionales, tanto que cerca del 75 por ciento de los españoles que sufren a menudo dolor corporal o de cabeza admiten que esta situación perjudica su calidad de vida. Además, este es fuente de preocupación o ansiedad en la mayoría de quienes padecen dolor de cabeza (94%) y dolor corporal (93%).
"El dolor también nos impide disfrutar de la actividad física y, por tanto, de sus beneficios psicológicos. El ejercicio físico activa una serie de neurotransmisores que produce un bienestar inmediato y favorece los procesos intelectuales, como la atención, la concentración y la memoria", ha subrayado la directora del Centro de Psicología Álava Reyes, María Jesús Álava.
En esta línea, según el Barómetro, el 54 por ciento de los españoles ha renunciado a alguna actividad en familia debido al dolor corporal, un dato que se incrementa entre aquellos que tienen hijos y quienes tienen entre 35 y 54 años.
Además, en España se confía más en el diagnóstico profesional y menos en el autodiagnóstico, tanto que "por el envejecimiento de la sociedad, por la consulta cada vez pasan más personas aquejadas de dolor", ha explicado el coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Pedro J. Ibor.
"Cuando tratamos a una de estas personas, procuramos que la atención sea integral y tenga en cuenta todos los aspectos del dolor: físicos, psíquicos y sociales", ha añadido.
Y no solo existe confianza hacia los médicos, pues los farmacéuticos y la industria farmacéutica son también fuentes de información sobre el dolor, y esto hace que los españoles recurran a medicamentos de prescripción para el dolor corporal cinco de cada diez veces, aunque para el dolor de cabeza prefieren medicamentos sin receta.
EL TRABAJO CONSTITUYE UNA DE LAS CAUSAS
Para más de la mitad de los encuestados su trabajo constituye una de las causas del dolor corporal o de cabeza, una de las conclusiones más novedosas del Barómetro, evidenciando así la dependencia entre dolor y rendimiento laboral.
En esta línea, en el último año los españoles han faltado al trabajo tres días de media a causa del dolor corporal, un dato que pone de manifiesto la realidad compleja que supone esta dolencia, "cuya onda expansiva impacta en todos los ámbitos de la sociedad", ya que las bajas laborales costaron a la economía española 5.600 millones de euros en el último año, según ha subrayado la directora general de GSK Consumer Healthcare Iberia, Helen Tomlinson.