MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El brote de ébola ha costado a la comunidad internacional más de 6.000 millones de euros, según ha explicado el vocal de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo, José Félix Hoyo, quien se alegra del fin de la epidemia de ébola, pero advierte de la necesidad de invertir dinero en mejorar ahora las condiciones sanitarias de los países más pobres del África occidental para proteger a la población mundial.
Según explica a Europa Press, "ésta es una buena noticia porque la transmisión activa se ha controlado", no obstante, aclara que no hay que descartar que se produzcan nuevos casos. "En las zonas que se han visto afectadas por un brote de ébola la enfermedad queda endémica, el virus se queda en reservorios naturales", explica, señalando que éste es el caso de la República Democrática del Congo, donde hay brotes aproximadamente cada dos años desde que se descubrió la enfermedad.
En 2016 se cumplen 40 años desde el descubrimiento del virus del Ébola, sin embargo ha sido éste último año cuando se han puesto en marcha las herramientas para frenarlo. "Hemos avanzado más que en los últimos 40 años", explica.
Ahora hay un tratamiento sintomático que mejora la supervivencia de los pacientes y una vacuna que es muy prometedora, probada ya en más de 4.000 personas y con una efectividad de casi el 100. Además, añade, "es posible que en esta zona se hayan creado los mecanismos de control y vigilancia suficientes para que no vuelva a ocurrir brotes de estas características, aunque es posible que sí pequeños brotes".
No obstante, avisa, teniendo en cuenta la situación sanitaria de una gran número de países de África, no se pueden descartar brotes similares, por ébola o cualquier otro virus, en países que ahora no se han visto afectados. "El ébola no es la única amenaza, hay otros virus que están abandonados como es el virus Marburg - virus de la misma familia que el ébola- que tiene mayor mortalidad, no tiene ningún control, ni vacuna y tiene brotes; por tanto, puede ocurrir en cualquiera de los 20 países de africana que tienen malas condiciones sanitarias", explica.
Hoyo destaca que, al menos, en las zonas afectadas ahora existe una infraestructura, sistemas de vigilancia y alerta temprana y laboratorios capaces de detectar el virus. Y esto es lo que hay que procurar que tengan el resto de países porque "un brote de estas características en un país con medidas de salud pública medianamente avanzadas no podría ocurrir".
"SISTEMAS SANITARIOS DESIGUALES, MENOS PROTECCIÓN"
De esta epidemia, señala Hoyo, "hay que aprender que el mundo cada vez es más pequeño, y lo que parece muy lejos se encuentra a 4 horas en avión, y que los problemas de África son problemas de todos". "Sistemas sanitarios muy desiguales hacen que todos seamos capaces de protegernos menos, la idea es que hay que trabajar allí mucho más; mejorar los sistema sanitarios de los países pobres porque el riesgo de un país es el riesgo de todos como se ha demostrado en este caso", advierte.
De cara al futuro hay que trabajar con los supervivientes que "son muchos y es muy difícil reintegrarlos al sistema social normal", porque aunque el ébola ya no sea la enfermedad que asolaba ciudades, "aún está en la mente de las personas y eso va a tardar mucho tiempo en reconstruirse".
Durante la epidemia, murió un gran número de sanitarios, y el acceso a los sistemas de salud disminuyo muy por debajo del 20 por ciento. "Hay que recuperar poco a poco estos sistemas", asegura, afirmando que es un trabajo importante que debe hacerse con los supervivientes, las comunidades y el personal sanitario, reforzando hospitales, vías de comunicación y dando confianza a la población con un sistema de vigilancia y atención adecuados.
"Es un trabajo inmenso", asegura. Sin embargo, es imprescindible que en los próximos años se trabaje para reconstruir su sistema sanitario. "Una reconstrucción adecuada costaría de aquí a 5 años unos 500 millones de euros en Sierra Leona", una cifra insignificante si se tiene en cuenta, añade en una entrevista a Europa Press, "que el brote de ébola a costado a la comunidad internacional más de 6.000 millones de euros".
"Es una pequeña cantidad comparado con lo que nos ha costado no actuar en el momento que debíamos, que era cuando comenzó el brote, que había poco más de cuarenta casos, allá por marzo del 2015", concluye.