MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos financiados por el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos (NEI, por sus siglas en inglés) han encontrado una novedosa terapia genética que detiene la pérdida de la visión en un modelo canino con retinitis pigmentosa autosómica dominante (adRP, por sus siglas en inglés), una enfermedad hereditaria que conduce a la ceguera.
"Desarrollamos y demostramos una prueba de concepto de una terapia génica para una de las formas más comunes de retinitis pigmentosa", señala William Beltran, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), autor principal del estudio, que ha sido publicado este lunes en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
La retinitis pigmentaria se refiere a un grupo de trastornos genéticos raros que dañan las células sensibles a la luz en la retina conocidas como fotorreceptores. Las células fotorreceptoras de varillas permiten la visión en condiciones de poca luz y requieren una proteína llamada rodopsina para su capacidad de detección de la luz. Las personas con adRP causadas por mutaciones en el gen de la rodopsina generalmente tienen una buena copia del gen y una segunda copia mutada que codifica una proteína de la rodopsina anormal. Cuando los fotorreceptores mueren, la visión se deteriora durante años o décadas.
La terapia génica introduce material genético, como shRNA, en las células para compensar genes anormales o para formar una proteína beneficiosa. A menudo adaptados de los virus, los vectores se diseñan para administrar eficazmente este material genético en las células sin causar enfermedades.
Los investigadores probaron su construcción de terapia genética en perros con una mutación de rodopsina. Al igual que en las personas con adRP, estos perros pierden lentamente sus fotorreceptores. En las retinas de los perros, la construcción acabó con aproximadamente el 98-99 por ciento de la rodopsina, tanto mutada como normal. Pero debido a que se requiere rodopsina normal para que las varillas detecten la luz, los investigadores agregaron un gen de rodopsina resistente al shARN 'curtido' al mismo vector.
Inicialmente, los investigadores trataron de usar dos vectores separados para administrar el shRNA y el reemplazo de rodopsina, pero obtener la cantidad correcta de cada uno en todas las células sin sobrecargar la retina con el vector viral fue un desafío. "El problema es el equilibrio. Queríamos asegurarnos de que todas las células que recibían el shRNA también tuvieran el reemplazo, por lo que creamos un único vector viral adenoasociado que hizo ambas cosas", explica el investigador.
Cuando se trataron con el vector combinado, los perros mantuvieron fotorreceptores sanos y funcionales, y debido a que el vector fue diseñado para producir rodopsina humana, "podría funcionar también en humanos". "Este enfoque todo en uno, de eliminar y reemplazar necesitaba un gran ajuste. El modelo de perro adRP que se produce de forma natural era fundamental. Solo en un modelo en el que tienes niveles naturales de copias tanto mutantes como de tipo salvaje puedes probar esa puesta a punto y ver si estás reemplazando lo suficiente", ha añadido.
El equipo espera iniciar estudios de seguridad preclínica dentro de uno o dos años, con el objetivo de posibles ensayos en humanos. Debido a que el tratamiento previene la pérdida de fotorreceptores en lugar de regenerar fotorreceptores, podría ser útil para pacientes que tienen formas de adRP lentamente progresivas, y cuyas retinas incluyen áreas con células vivas que pueden tratarse.