MADRID, 24 Abr. (EDIZIONES) -
Actualmente es raro que conocer a alguien diga que no lee a través de su 'smartphone' o 'tablet', ya sean mensajes, correos o, incluso, libros. Una costumbre que, si bien es cómoda porque estos dispositivos permiten leer en cualquier parte, también pueden perjudicar seriamente la vista.
"Más allá del soporte que empleemos para leer, es determinante el uso que hacemos de él. Un libro electrónico mal utilizado puede ser más perjudicial para la vista que un 'smartphone' o una 'tablet'", ha avisado el director médico de la Clínica Rementería, Javier Hurtado, con motivo de la celebración, este sábado, del Día del Libro.
Por ello, el doctor ha aportado varios consejos para evitar que la lectura en estos dispositivos dañen los ojos:
1. Tamaño de la pantalla. Sin duda, la superficie sobre la que se muestra el texto es fundamental, no sólo en términos de calidad y resolución, sino también en cuestión de tamaño. Cuantas más pulgadas tenga nuestra pantalla, más cómoda será nuestra lectura.
2. Posición. Aunque el tamaño de la pantalla no es algo que podamos modificar a nuestro antojo, está demostrado que si utilizamos el terminal en horizontal nuestra vista sufrirá menos, puesto que el enfoque tiene mayor continuidad al no afrontarse a tantos saltos de línea.
3. Brillo. La concentración en la lectura que nos ocupa puede reducir la frecuencia de nuestro parpadeo, lo que puede generar sequedad ocular, además de la fatiga ocular propia de la exposición prolongada a las pantallas de retroiluminación LCD. Para evitar estos síntomas, es importante que ajustemos el brillo de nuestra pantalla hasta que éste sea cómodo para una lectura de larga duración, sin que deslumbre. Por lo general, una buena franja sería entre un 30 por ciento y un 50 por ciento de la intensidad máxima de la pantalla.
4. Distancia. Todo dispositivo electrónico sobre el que realicemos una lectura, independientemente del tipo de pantalla, debe situarse a 30 centímetros de los ojos, situándola por debajo de la mirada. De esta manera estaremos cuidando no sólo nuestros ojos, sino también la postura de todo nuestro cuerpo.
5. Fuente. La gran ventaja de los dispositivos electrónicos es que nos permiten ajustar el tamaño de la fuente del texto a las necesidades de cada lector. Para encontrar la medida que más de adapta a tu visión, sitúa el terminal a 30 centímetros de tus ojos y amplía el tamaño de las letras hasta que la lectura te resulte cómoda.
DESCANSA CADA 20 MINUTOS
Por su parte, la doctora del servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid, María Capote, ha destacado también la importancia de acudir al oftalmólogo para corregir los defectos de la vista, como por ejemplo, miopía o hipermetropía, así como descansar cada 20 minutos, intentando enfocar durante 20 segundos un objeto que se encuentre a unos 6 metros.
"Las lágrimas artificiales permiten mantener la superficie del ojo protegida de agresiones externas. Cuando leemos no parpadeamos lo suficiente, se evapora la película lagrimal que protege al ojo, y aumenta el riesgo de síntomas oculares, sobre todo si se trabaja en ambientes cerrados, con poca ventilación, y calefacciones o aires acondicionados. La aplicación de lágrimas durante el día o durante esfuerzos visuales prolongados no sólo mejora el confort y disminuye síntomas como el picor o la visión borrosa, sino que además previene el agravamiento de enfermedades oculares tales como el ojo seco, entre otras", ha aconsejado.
Finalmente, la experta ha destacado la importancia de proteger la vista de los niños, para lo que ha recomendado hacerles la primera revisión torno a los 2-3 años con el fin de descartar posibles problemas de visión. "Frases como 'mi hijo se acerca mucho a la televisión o en el colegio cuando pinta', 'en las fotos parece que tuerce un ojo' son señales de alerta y es recomendable acudir al oftalmólogo sin esperar a que el niño se queje de no ver bien o de molestias oculares", ha zanjado la oftalmóloga.