MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La infiltración de plasma celular enriquecido en el pene consigue buenos resultados en el tratamiento de la disfunción eréctil y sin cirugía, según explica el doctor Alessandro Oliverio, cirujano plástico del Hospital La Luz de Madrid y pionero en esta técnica.
Esta técnica, que ha llegado a ser en EEUU el tratamiento no quirúrgico más eficaz para casos de disfunción eréctil, se puede realizar en consulta, de manera ambulatoria, aplicando previamente al tratamiento una crema anestésica en la zona, evitando así cualquier molestia durante el tratamiento y en tan solo pocas semanas, se verán los resultado.
Concretamente, señala Oliverio, el paciente consigue "erecciones más fuertes, más duraderas y con mayor sensación de placer". Según explica, "los factores de crecimiento estimulan la regeneración de nuevos tejidos en los cuerpos cavernosos y la creación de nuevos vasos sanguíneos mejora la circulación en el interior del pene; con este nuevo tratamiento se logra mayor sentido del placer, con mejoría de las prestaciones sexuales y una reducción de la curva del pene en los casos de deformidad".
El plasma rico en plaquetas (PRP), se viene utilizando ya desde hace muchos años con éxito, en traumatología, medicina deportiva, medicina estética y, añade, "la infiltración de plasma celular en el pene está indicada para todas las personas que no responden a la normal terapia con los inhibidores de la fosfodiesterasa 5, los famosos comprimidos del amor; muchos pacientes sometidos a este nuevo tratamiento han señalado un aumento del tamaño y grosor del pene así como del deseo sexual".
El procedimiento, que se llama 'Priapus shot', consiste en la regeneración de un tejido, que se logra con la misma producción natural de células y el tratamiento consiste en la infiltración de plaquetas concentradas y enriquecidas de proteínas bioactivas que liberan factores de crecimiento para estimular la regeneración celular y acelerar la reparación de los tejidos.
"Se realiza con una simple toma de sangre que se centrifuga para separar el plasma, las plaquetas y el resto de compuestos sanguíneos. El plasma una vez enriquecido tiene grandes propiedades regenerativas que se irán infiltrando en los tejidos genitales", explica Oliverio, que trabaja en la cirugía genital conjuntamente con los doctores Gabriele Antonini (Roma), Josep Banno (Chicago), y Paul Perito (Miami).
Actualmente, explica que el Hospital La Luz de Madrid es el único centro hospitalario de España que realiza este método, que en EEUU se ha realizado en más de 60.000 aplicaciones en genitales sin efectos secundarios ni complicaciones.
300 MILLONES DE HOMBRE EN EL MUNDO TIENEN DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Actualmente existen innumerables soluciones farmacológicas que aumentan el flujo sanguíneo, facilitando rápidamente la erección como respuesta al estímulo sexual. Los inhibidores de las 5 fosfodiesterasa, es el medicamento utilizado más frecuente como tratamiento de la disfunción eréctil, estimulando y logrando la erección haciéndola además, más duradera.
En la actualidad más de 300 millones de hombre en el mundo y 35 millones en Europa tienen disfunción eréctil. Según los resultados del primer estudio epidemiológico sobre disfunción eréctil en España más de dos millones y medio de varones españoles sufren este problema y solo el 16,5 por ciento de los afectados consulta a un médico.
La disfunción eréctil puede ser una señal de alarma de enfermedades del corazón pudiendo presentarse a cualquier edad aunque es más frecuente a partir de los 40 años. El 1,7 por ciento puede afectar a jóvenes entre 20 y 39 años, llegando al 48 por ciento en hombres mayores de 70 años.
Las causas de los problemas de disfunción eréctil pueden ser motivadas por ansiedad, preocupaciones, estrés a los que están sometidos los hombres, etc.,y otras enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes, insuficiencia hepática y renal, depresión, aumento del colesterol y trastornos psicóticos (esquizofrenia). A veces, es un síntoma de una patología esclerótica coronaria o periférica.