MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Investigación Vall d'Hebron (VHIR) han identificado ocho biomarcadores microbianos que podrían servir para mejorar el diagnóstico de la enfermedad de Crohn y diseñar un tratamiento contra esta patología y la colitis ulcerosa.
El trabajo, publicado en la revista 'Gut', analizó el conjunto de microorganismos que conforman la microbiota del intestino de 178 pacientes y personas sanas a partir de muestras de sus heces, con el objetivo de identificar biomarcadores que eviten pruebas invasivas como la colonoscopia y la endoscopia.
Los biomarcadores se corresponden con los grupos de microorganismos 'Faecalibacterium', 'Peptostreptococcaceae', 'Anaerostipes', 'Methanobrevibacter', 'Christensenellaceae', 'Collinsella', 'Fusobacterium' y 'Escherichia', siendo los dos últimos los más detectados en los pacientes de Crohn.
Además, se trata del primer estudio en que se han recogido muestras de pacientes a lo largo de un año, un diseño que ha permitido a los investigadores detectar los biomarcadores en el 80 por ciento de las muestras pese a los cambios en la microbiota característicos de esta patología.
El trabajo ha manejado un gran número de muestras, en concreto 2.045, para realizar un análisis de cohortes y comparar una muestra de población afectada por la patología con una muestra de personas sanas.
La validación se ha realizado con muestras de pacientes con enfermedad de Crohn de Bélgica, de pacientes con síndrome de intestino irritable de Vall d'Hebron, de personas sanas de Reino Unido y de pacientes con anorexia de Alemania.
Una parte de las muestras analizadas y secuenciadas de pacientes con enfermedad de Crohn se ha comparado con los resultados de otro estudio ya publicado de personas sanas de Reino Unido, y los biomarcadores que proponen los autores no se deberían detectar en las secuencias de personas sanas.
FALSOS POSITIVOS
De hecho, en este caso sólo han registrado un 7 por ciento de falsos positivos, un resultado que apunta la existencia de patología cuando no la hay.
No obstante, Chaysavanh Manichanh, responsable de la línea sobre microbiota intestinal del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva que ha liderado el estudio, es posible que el porcentaje fuera inferior ya que se desconoce si alguna de las muestras correspondía a un paciente no diagnosticado.
Por otro lado, los resultados para las muestras de colon irritable y anorexia fueron parecidos, con un 5 por ciento de falsos positivos en ambos casos. La investigadora ha reconocido que "se trata de un porcentaje indicativo de la precisión de utilizar estos biomarcadores para diagnosticar Crohn y colitis ulcerosa", por lo que han diseñado un algoritmo que cualquier laboratorio podría utilizar para diagnosticar la enfermedad.
Además, los resultados confirman que esta patología y la colitis ulcerosa son enfermedades clínicamente parecidas pero con una microbiota muy distinta. En este sentido, han observado que los pacientes con Crohn tienen una microbiota más inestable que los pacientes con colitis ulcerosa. "Es algo que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar el tratamiento de los pacientes", según Manichanh.
El siguiente paso de los autores es disponer de muestras de pacientes de Crohn y colitis ulcerosa de todo el mundo para validar el método y poder utilizarlo como prueba diagnóstica en cualquier laboratorio.