MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los especialistas de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) han recomendado a los pacientes con patología venosa tomar precauciones y viajar en tren si el viaje es demasiado largo, ya que permite levantarse y dar paseos durante el trayecto.
Las altas temperaturas influyen sobre los problemas circulatorios de índole venosa, ya que el calor dilata las venas y aumenta el volumen de sangre que estas retienen. Así, se dificulta el retorno venoso y puede empeorar los síntomas relacionados con la hipertensión venosa y las varices, por ejemplo el edema o hinchazón de las piernas, la pesadez, los calambres o el dolor.
Por ello, en verano es recomendable evitar exponerse al sol de forma prolongada, entrar en saunas y realizar actividades en las horas de más calor. Además, en la playa es aconsejable cubrirse las piernas, usar una protección solar y refrescarse constantemente. "Asimismo, la hidratación tópica es fundamental para las personas que sufren este tipo de problemas", ha afirmado el vocal de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) y jefe de servicio del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, en Madrid, Agustín Arroyo.
Usar calzado y ropa cómoda es vital para que los pacientes no sufran ningún contratiempo en esta estación. "Tanto los tacones desmesurados como el calzado plano dificultan la acción de la almohadilla plantar en su función de favorecer el drenaje venoso del pie, por lo que un ligero tacón es más beneficioso", ha asegurado el doctor. Por otro lado, no se aconseja la ropa ajustada, ya que puede dificultar la circulación, y hay que evitar la ropa que aumente la temperatura corporal en las piernas.
En cuanto a los viajes, hay que tener especial cuidado porque la falta de movilidad, la ausencia de juego muscular del tobillo y el hecho de mantener flexionadas las ingles y las rodillas favorecen el estancamiento venoso en los miembros inferiores. "Esta situación empieza a ser más preocupante a partir de las 4 o 5 horas de viaje, cuando se favorece la hinchazón o edema de las piernas, y aumenta el riesgo de padecer fenómenos tromboembólicos venosos, especialmente si el paciente tenía otros factores de riesgo previos", ha explicado el experto.
Por ello, se desaconsejan los viajes en coche, autobús y en avión, ya que en estos medios se limita el movimiento en general y favorece el estancamiento venoso de las piernas. Si no se puede evitar viajar en ellos, es recomendable hacer paradas cada hora u hora y media para andar unos 5 o 10 minutos, en el caso del automóvil.
Si se viaja en avión o autobús, es fundamental emplear medias de compresión y hacer ejercicios intermitentes con los pies. Así, el medio más aconsejable es el tren, ya que permite levantarse y dar paseos durante el trayecto.
DEPORTE SÍ, PERO CON CUIDADO
Practicar actividades físicas es beneficioso si se realiza de manera regular, pero es fundamental evitar situaciones en las que se permanezca mucho tiempo de pie parados. "Quizás el mejor deporte de todos sea la natación. Pero otros como caminar, bailar, hacer gimnasia o montar en bicicleta de forma moderada, son muy recomendables", ha asegurado el doctor.
Por otro lado, no hay ningún tipo de dieta enfocada a tratar la patología venosa, pero en general se recomiendan alimentos ricos en fibra para prevenir el estreñimiento y evitar sobrepeso en cualquier época del año. "En muchos casos, se aconseja la toma de fármacos venotónicos", ha concluido Arroyo.