MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
En España se registran cada año unos 40.000 casos de parada cardiaca pero la supervivencia es de apenas un 11 por ciento, causando unas 30.000 muertes, ya que sólo en uno de cada cinco casos el paciente recibe maniobras de resucitación o reanimación cardiopulmonar, en parte porque apenas un 6 por ciento de la población sabe hacerlas.
"Cuando esto sucede estamos ante una persona que, si no hacemos nada, tiene los minutos contados", ha alertado el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Miguel Ángel Sánchez Chillón, durante un acto organizado con motivo de Día Europeo de Concienciación del Paro Cardiaco que se celebra este lunes, 16 de octubre.
De hecho, se estima que cada minuto que pasa desde la parada cardiaca se reduce un 10 por ciento las probabilidades del paciente si no recibe ayuda, ha apuntado Carlos Urkia, secretario del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP), organización que engloba a diferentes 19 entidades médicas sensibilizadas con el tema que animan a tomar más medidas para mejorar la formación de la ciudadanía sobre este tema.
Sobre todo, ha apuntado este experto, porque estas cifras nos alejan de otros países de la Unión Europea, donde al menos la mitad de los afectados por una parada cardiaca recibe maniobras de resucitación.
"Además de llamar al 112, los ciudadanos pueden hacer muchas cosas si están debidamente formados (...) La mejor UVI móvil del mundo tarda 8 minutos en llegar, y los ciudadanos pueden hacer más", según este experto, que entiende que al menos se debería conseguir que en España uno de cada cinco ciudadanos supiera realizar estas maniobras.
Para ello, un aspecto clave sería incluir el aprendizaje de esta técnica en el currículo formativo en educación secundaria, algo que llevan haciendo desde hace años los países escandinavos, lo que ha permitido que hasta el 80-90 por ciento de la población sepa realizarlas.
Este experto reconoce que la asignatura de Educación para la Ciudadanía que puso en marcha el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ya incluía formación de primeros auxilios y ahora están en conversaciones con el Ministerio de Educación para que pueda incluirse de alguna forma, aunque la competencia está en manos de las comunidades autónomas. "Lo que está claro es que el SAMUR o el SUMMA no pueden estar todo el día en los colegios haciendo sensibilización", ha defendido.
OBLIGATORIO EN EL EXAMEN DE CONDUCIR
Otra opción sería incluirlo como contenido obligatorio a la hora de realizar el examen para el carnet de conducir, ha añadido Frutos del Nogal, vocal del CERP y miembro de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crónica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
Asimismo, el coordinador del Comité Científico del CERCP, Ervigio Corral, reconoce que los gobierno autonómicos deben reforzar la legislación relacionada con el uso de desfibriladores como ha hecho recientemente la Comunidad de Madrid, y destaca que su presencia en lugares públicos es tan importante como la de los extintores.
"Las leyes obligan a tener extintores en todas las viviendas, polideportivos y lugares públicos, pero son pocas las comunidades que obligan a tener desfibriladores. Y mientras que cada año mueren unas 250-300 personas por culpa del fuego, hay más de 30.000 fallecimientos por parada cardiaca", ha señalado.
Este experto, médico del SAMUR, admite que estos dispositivos no son peligrosos y cuentan con instrucciones claras para que cualquiera lo pueda utilizar mientras llegar el personal sanitario.
"Tenemos que conseguir una sociedad que nos ayude a salvar vidas", ha defendido este experto, que también insiste en la conveniencia de que la población sepa realizar las maniobras de resucitación sin miedo a causar posibles secuelas al paciente. "Pueden causar una fractura de costilla, pero mejor hacer daño y salvar una vida que no hacer nada y condenar a alguien a la muerte", ha apostillado Urkia.