MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Sir Gangaram de Delhi, en India, aseguran que el yoga puede servir para reducir la presión arterial en aquellas personas que sufren prehipertensión, concepto utilizado para quienes tienen unos niveles ligeramente elevados y que probablemente acabarán desarrollando hipertensión más adelante.
Así se desprende de los resultados de un estudio presentado durante la 68 Conferencia Anual de la Sociedad de Cardiología de este país asiático que se celebra en Kochi, de ahí que propongan la práctica diaria de yoga, durante al menos una hora al día, con el objetivo de prevenir este factor de riesgo cardiovascular.
"Tanto la prehipertensión como la hipertensión aumentan el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca", según Ashutosh Angrish, principal autor del estudio, que por ello sugiere mejores hábitos de vida para prevenirlos.
Actualmente se considera hipertensión cuando la presión arterial sistólica está por encima de 140 o la diastólica por encima de 90, mientras que la prehipertensión se establece en unos niveles de 120-139 y 80-89.
El estudio investigó el impacto del hatha yoga en la presión arterial de 60 personas con prehipertensión que no presentaban ninguna otra enfermedad ni factor de riesgo cardiometabólico, y fueron divididos al azar para evaluar los efectos de su práctica diaria durante tres meses.
El yoga incluyó ejercicios de estiramiento (asanas), control de la respiración (pranayam) y meditación, que eran guiados por un profesor durante el primer mes mientras que los dos siguientes los hacían solos en casa. Junto a estos ejercicios, a los 60 participantes se les inculcaron cambios en los hábitos de vida basados en la práctica de ejercicios aeróbicos, una mejor alimentación y dejar de fumar.
La edad promedio de los participantes fue 56 años en el grupo de yoga, donde había 16 mujeres y 14 hombres) y 52 años en el grupo control (formado por 17 mujeres y 13 hombres). La presión arterial media un día después del inicio del estudio era 130/80 mmHg en el grupo de yoga y 127/80 mmHg en el grupo control.
Sin embargo, mientras que en el grupo control no se produjo ningún cambio significativo de la presión sanguínea, los ejercicios de yoga sirvieron para reducir entre 4,5 y 4,9 mmHg la presión arterial.
"Aunque la reducción de la presión arterial fue moderada, podría ser clínicamente muy significativa porque incluso una disminución de 2 mmHg en la presión arterial diastólica tiene el potencial de disminuir el riesgo de enfermedad coronaria en un 6 por ciento y el riesgo de ictus en un 15 por ciento", según Angrish.
Entre las posibles causas de este beneficio, este cardiólogo cree que puede deberse a que el yoga disminuye la unidad simpática, restablece los barorreceptores y causa efectos neurohumorales.