VALENCIA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Alrededor del 20 por ciento de la población padece podobromhidrosis o mal olor de pies por causas como una mala alimentación, trastornos metabólicos, infecciones por hongos, ingerir determinados medicamentos o usar calzado elaborado con materiales sintéticos, según informa el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopv) .
Sin embargo, el Icopv ha señalado que generalmente la causa más frecuente de este problema es la proliferación de bacterias en esta parte del cuerpo debido a un exceso de sudoración, según ha informado el colegio a través de un comunicado.
En el caso de padecer esta afección, los expertos aseguran que el uso de desodorantes y antitranspirantes "no es una solución" y que "lo más recomendable" es acudir al podólogo para determinar la causa que genera la patología mediante un examen exhaustivo.
Respecto a los tratamientos para solucionar el mal olor de pies, pueden ir desde la administración de antibióticos o antifúngicos, la aplicación de tratamientos secantes en polvo o aerosol, la eliminación de la dieta de algunos alimentos o dejar de fumar, hasta, en casos de sudoración extrema, tratamientos quirúrgicos.
CONSEJOS PARA EVITAR EL MAL OLOR
El colegio de podólogos ha elaborado un decálogo con claves para evitar el mal olor de pies con consejos como mantener una higiene óptima, lavar los pies diariamente con algún tipo de jabón desinfectante, secarlos especialmente entre los dedos, cambiar los calcetines todos los días o dejar airear los zapatos.
Además, resaltan la necesidad de evitar el uso de zapatos demasiado apretados o que estén fabricados con materiales sintéticos, y optar por el cuero, el lienzo o la malla para que los pies respiren; utilizar calcetines que repelan la humedad de lana o de algodón, evitar los calcetines de nylon o las medias; retirar, airear y lavar periódicamente las plantillas de los zapatos, y cambiarlas una vez al mes como mínimo.
Asimismo, destacan la importancia de utilizar aerosoles desinfectante en el interior de los zapatos, aplicar un tratamiento antimicótico o antibacteriano prescrito por el podólogo, o emplear tratamientos secantes que contengan cloruro de aluminio en el caso de padecer hiperhidrosis o exceso de sudoración.