Los beneficios de los ejercicios hipopresivos

Ejercicio hipopresivo
Foto: GETTY//JACOB AMMENTORP LUND
Actualizado: martes, 29 septiembre 2015 18:41

   MADRID, 28 Sep. (INFOSALUS) -

   Los ejercicios hipopresivos consiguen reducir la presión en el abdomen y en la zona pélvica (vejiga, útero o próstata y recto), abrir la caja torácica y mejorar el trabajo respiratorio a través de apneas controladas.

   Según explica a Infosalus Piti Pinsach, CEO del Instituto Internacional de Terapia Física Hipopresiva y coautor de 'Ejercicios hipopresivos' (Esfera de los Libros, 2015), los efectos naturales de la presión que soporta el abdomen y la zona pélvica pueden ser una de las causas de hernias, incontinencia urinaria o pérdida de gases y aunque nada de esto supone un riesgo vital sí se pierde calidad de vida.

EJERCICIOS HIPOPRESIVOS

   Los ejercicios hipopresivos son como 'besos' a los órganos internos como el hígado, intestino o el páncreas y las fascias que recubren los órganos, sostiene Pinsach. Frente a los recursos paliativos, el autor defiende que los hipopresivos suponen una herramienta preventiva y aportan mejoras en cuanto al rendimiento físico y estético.

   Pinsach comenta que el origen de los hipopresivos se puede considerar ancestral ya que hunden sus raíces en el yoga, en los ejercicios de respiración que se empleaban ya hace 5.000 años y en los ejercicios posturales de principios del siglo pasado que surgieron en el norte de Europa.

   La base del ejercicio hipopresivo es tomar una postura corporal que consiga elongación y alineación de las estructuras para después pasar a una adecuada inhalación de aire, su completa exhalación y en apnea espiratoria abrir las costillas.

   BENEFICIOS DE LOS ABDOMINALES HIPOPRESIVOS

   Esto provoca el efecto que se observa en los hipopresivos, el abdomen entra solo y se siente que asciende el suelo pélvico. Estos efectos son los que aportan algunos de sus más importantes beneficios, la reducción de la cintura y la mejoría destacable en la incontinencia urinaria.

   Los distintos ejercicios posturales y respiratorios, guiados por un profesional de los hipopresivos, implican a un porcentaje muy elevado de músculos y logran reducir el tono muscular de algunos músculos y aumentar el de otros. Esto proporciona una disminución del dolor de espalda y los beneficios mencionados en la faja abdominal y el suelo pélvico.

   Según apunta Pinsach, las parte respiratoria se puede adaptar y utilizar, cómo ejercicio físico, para mejorar la respiración en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y en el rendimiento deportivo porque permite a los deportistas no cansarse tan rápido. Con las apneas aumenta la cantidad de glóbulos rojos en sangre y se incrementa la cantidad de oxígeno.

   Los hipopresivos suponen además una estiramiento del diafragma, un músculo en el que no se pone atención en la vida diaria y donde se acumula la tensión emocional y física. "En la vida normal no lo estiramos, los fisioterapeutas y osteópatas lo consideran un punto central para liberar tensiones y los hipopresivos lo relajan", apunta Pinsach.

   ¿Cómo saber si faja abdominal y suelo pélvico cumplen su función?

   Al realizar un esfuerzo físico la faja abdominal debería ceñirse y si nuestro vientre en vez de ello va hacia afuera, es que algo no va bien, apunta el entrenador personal. La musculatura abdominal y del suelo pélvico se pueden debilitar por el parto o por el exceso de ejercicio físico o deportes, permanecer muchas horas sentados a diario o un aumento y descenso de peso destacable, entre otros aspectos que se unen al deterioro propio asociado a cumplir años.

   "Por ello, son necesarios ejercicios como los hipopresivos que digan a la faja o suelo pélvico que vaya hacia adentro y suba. Si la barriga entra por sí misma, se recupera el reflejo natural que hace que al toser el vientre vaya hacia adentro y que el suelo pélvico ascienda. Además, con una faja abdominal que se ciñe es posible levantar más peso sin problemas", explica Pinsach.

   COMENZAR CON GARANTÍAS

   Es muy importante realizar bien los ejercicios hipopresivos. "Los primeros días es conveniente que un experto formado en hipopresivos evalúe y recomiende la mejor postura para empezar", señala Pinsach.

   Según apunta el entrenador personal, su práctica, dos veces por semana unos 20-30 minutos, ayuda a frenar la incontinencia urinaria, el dolor de espalda, mejora el rendimiento deportivo, la calidad del sueño al ayudar a restaurar el equilibrio neurovegetativo y sirve para liberar estrés.

   Una sesión tipo incluye un calentamiento inicial, ejercicios hipopresivos y una relajación final. "Cuando se está en la sesión no se puede detener el entrenamiento si queremos que sean efectivos", subraya Pinsach.