MADRID, 8 Mar. (INFOSALUS) -
Cuando llega la temporada de primavera nos empezamos a tomar en serio la protección frente al sol, y, aunque el uso de cremas solares debería ser todo el año, es en ésta época cuando acudimos a comprar la crema que nos acompañará durante toda la temporada. Pero, antes te has de enfrentar a numerosas dudas: ¿cómo elegir la crema adecuada?, ¿qué marca es la mejor?, ¿cómo sé si cumple la normativa de fotoprotección? o ¿dónde comprarla y cuánto me debo gastar?
Todas estas dudas se las ha resuelto a Infosalus la dermatóloga y directora médica de los Laboratorios Pierre Fabre, la doctora Ariadna Ortiz-Brugués, quien además nos da 4 claves para reconocer a un buen protector solar.
El mundo de los protectores solares ha cambiado mucho en la última década. Hace unos años, la evaluación de los protectores solares se limitaban a la radiación ultravioleta. Sin embargo, en los últimos años la gama de protectores así como su eficacia se ha ampliado y adaptado a otras necesidades de la piel.
Ante esta revolución de productos, ¿en qué me debo fijar?. Para la doctora, lo principal, "lo mínimo de lo mínimo", es elegir un fotoprotector que "cumpla con las recomendaciones y normativas solares". Más allá, hay que tratar de que indique la protección UVA y UVB; que se adecue al tipo de piel de la persona que la va a usar: que la textura sea la que más se acomode a la actividad que se va a realizar o al tipo de piel (sensible, seca, grasa, acnéicas, etc).
Asimismo, "tienen que demostrar que son fotoestables", es decir que la capacidad del filtro solar permanece estable ante la exposición solar o del agua. "Si me compro un factor de protección 50+, y sigo las recomendaciones, que me asegure que a las dos horas sigue teniendo al misma protección, no un factor 15", explica.
En este sentido, advierte de que son muchos los productos que afirman ser fotoestables y, del mismo modo, son cada vez más las marcas que afirman tener protección antiradicales libres y contra la radiación visible e infrarroja. En ambos casos, la doctora recuerda que estas afirmaciones deben ser avaladas con un estudio; lamentablemente, añade, "hay muchos productos en el mercado que claman cosas pero pocos con estudios serios".
Volviendo a la fotoestabilidad, aclara que la protección solar debe reaplicarse cuando salimos del agua; "dentro del agua la crema protege pero una vez fuera, cuando nos secamos hay que volver a ponerse el protector", reitera. Asimismo, es importante que el producto demuestre que al cabo de las dos horas de aplicación sigue con las mismas condiciones de protección.
¿Y DÓNDE LA COMPRO?
A la hora de elegir si se prefiere crema, emulsión, spray, aceite, etc, lo importante es conocer dónde se va a aplicar y qué tipo de piel se tiene. "No es lo mismo la cara o el cuello que el cuerpo, y no es igual si es piel atópica o grasa", afirma la experta quien aconseja buscar el apoyo de un farmacéutico o dermatólogo para tomar la decisión más correcta.
Del mismo modo, las pieles muy claras como son pelirrojos y rubios con ojos claros, son personas que deben evitar la exposición directa al sol y utilizar un fotoprotector muy alto; mientras que los de fototipo más mediterráneo, es posible que con un factor 30 se protejan bien, aunque es bueno empezar con un factor alto y luego, una vez bronceados, se puede bajar un poco el protector; finalmente, las pieles que son más pigmentarias de base o tienen mayor bronceado pueden utilizar quizá un factor mas bajo pero siempre desde la perspectiva de que es malo ponerse al sol sin límite.
"No hay que olvidar que el bronceado es una respuesta de la piel al sol y que no significa que esté preparada para el sol, cuando lo cierto es que lo que hace es defenderse frente al sol", añade la directora médica de los Laboratorios Pierre Fabre.
Otra de sus recomendaciones principales es acudir a la farmacia a comprar estos productos, antes de ir a bazares o supermercados, ya que "son productos que al menos cumplen las recomendaciones europeas"; y, en cuanto al precio, recomienda una compra con la perspectiva de que "no siempre el producto más caro es el más bueno", aunque "si es cierto que, lógicamente, la investigación y desarrollo vale dinero", por eso es bueno fiarse de los productos avalados por las sociedades médicas y certificados internacionales.
LOS CUATRO ESENCIALES EN UN PROTECTOR SOLAR
1. Todo producto solar debe mostrar la eficacia o categoría de protección solar debe figurar en el estuche. Así debe señalar la categoría de protección SPF, que puede ser 'Baja' (6-8-10), Media (15-20-25), Alta (30-50) y Muy Alta (50+).
Ortiz-Brugués recuerda que un factor con una protección más allá de 50+ no tiene sentido, ya que "está demostrado que el paciente por comprar una protección superior a 50 se cree que ya puede pasarse al sol". lo que termina siendo peligroso y contraproducente.
2. Además, se debe ver que garantiza de protección frente a las radiaciones UVA, por ello siempre debe haber un logotipo que lo indique. La radiación UVA es la menos nociva, pero la que llega en mayor cantidad a la tierra (un 95%), y su sobreexposición resulta perjudicial.
3. El índice de protección (SPF) frente a la radiación UVB debe estar comprendido entre 6 y 50+. El índice máximo permitido es el SPF 50+ ya que índices superiores no aseguran más protección y, por tanto, mayor seguridad. Además, "esta demostrado" que hay una gran diferencia en la protección entre un 20 y un factor 50, sin embargo entre un 50+ y otro factor más alto no hay tanta diferencia.
Los UVB provenientes del sol son los responsables a corto plazo de
quemaduras y del bronceado diferido. A largo plazo favorece el envejecimeinto cutáneo y desarrollo de cáncer de piel.
4. Asimismo, es de agradecer que explique el modo de empleo y cantidad a aplicar. Deben figurar de forma clara las instrucciones de empleo y la cantidad a aplicar para alcanzar la eficacia declarada del producto.