MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo par de estudios sugieren que las estatinas, fármacos ampliamente usados para reducir el colesterol, pueden tener un efecto perjudicial sobre la respuesta inmune a la vacuna contra la gripe y la eficacia de la vacuna en la prevención de la enfermedad en los adultos mayores.
Publicados en 'The Journal of Infectious Diseases', los resultados, si se confirman con investigación adicional, pueden tener implicaciones en las recomendaciones de vacunación contra la gripe, las directrices para el uso de estatinas en todo el momento de vacunación y los futuros ensayos clínicos de vacunas en la tercera edad.
En uno de los trabajos, los investigadores analizaron los datos de la respuesta inmune de un ensayo clínico de la vacuna contra la gripe realizado durante las temporadas de gripe de 2009-2010 y 2010-2011. Financiado por 'Novartis Vaccines', que también patrocinó el ensayo clínico original, los científicos se centraron en los potenciales efectos del uso de estatinas en las respuestas inmunes iniciales de los pacientes después de ser vacunados contra la gripe. El análisis se basó en datos de casi 7.000 adultos de más de 65 años en cuatro países, incluyendo Estados Unidos.
La respuesta inmunitaria a la vacunación de los que tomaban estatinas se redujo significativamente en comparación con aquellos que no tomaban estatinas, que se midió por el nivel de anticuerpos contra las cepas de la vacuna contra la gripe en la sangre de los participantes tres semanas después de haber sido vacunados. El efecto fue más dramático en pacientes con estatinas sintéticas, en lugar de las estatinas de origen natural.
"Al parecer, las estatinas interfieren en la respuesta a la vacuna contra la gripe y reducen la respuesta inmune, y esto parece que también resultará en una menor eficacia de las vacunas contra la gripe", alerta el doctor Steven Black, del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati y autor principal el estudio de la respuesta inmune. Si se confirman, los hallazgos podrían apoyar el uso preferencial de la vacuna contra la gripe de alta dosis o vacunas que contienen adyuvantes para aumentar la respuesta inmune en los ancianos, en un intento de contrarrestar el efecto aparente, según los autores del estudio.
En Estados Unidos, está aprobada una vacuna contra la gripe de alta dosis para los adultos mayores de 65 años, al igual que varias vacunas de dosis estándar. En Europa y otros países, hay aprobadas vacunas contra la gripe con adyuvante, pero aún no han sido autorizadas para su uso en Estados Unidos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses recomiendan que todas las personas de 6 meses de edad y mayores reciban la vacuna contra la gripe cada temporada. Las personas mayores tienen un riesgo particular de la enfermedad y complicaciones graves de la gripe, incluso la muerte.
En el otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, los autores analizaron los posibles efectos de la terapia con estatinas sobre la eficacia de la vacuna contra la gripe en la prevención de enfermedades respiratorias graves. Estudiaron datos que abarca nueve temporadas de gripe de 2002 a 2011, incluyendo información sobre la vacunación contra la gripe, las recetas de estatinas y casos de atendidos médicamente por enfermedad respiratoria aguda entre las cerca de 140.000 personas inscritas en una gran organización de atención médica en Georgia.
"Lo que encontramos fue una señal potencial de que la eficacia de la vacuna contra la gripe en las personas mayores puede verse comprometida si usan las estatinas, en comparación con aquellos que no toman estatinas", resume Saad Omer B., de la Universidad de Emory y autor principal del estudio sobre efectividad de la vacuna, que fue financiado por Emory y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
Después de ajustar por diversos factores, los investigadores observaron que la efectividad de la vacuna para prevenir la enfermedad respiratoria grave fue menor entre los pacientes que tomaban estatinas frente a los que no las tomaban, sobre todo cuando la gripe fue generalizada en el estado. Los resultados tienen implicaciones potenciales para las directrices sobre el uso de estatinas en los adultos mayores en todo el momento de la vacunación, pero se necesitan más estudios, según los autores del estudio.
