MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo medicamento que aprovecha el sistema inmunológico para atacar los tumores es muy eficaz contra el cáncer de vejiga avanzado, según los resultados de un ensayo clínico internacional que se presentará este domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), que se celebra en Chicago, Estados Unidos.
Entre los últimos hallazgos del estudio que se presentan en el congreso, se encontró que las inyecciones del agente experimental atezolizumab reducen los tumores en al menos un 30 por ciento y detuvieron el crecimiento nuevo del tumor en 28 de 119 pacientes (el 24 por ciento de los pacientes). Todos habían recibido el medicamento como tratamiento inicial de la enfermedad.
Parte de una nueva clase de fármacos conocidos como inhibidores de punto de control, atezolizumab, también conocido por su nombre comercial, 'Tecentriq', fue el mes pasado aprobado por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) en base a una investigación reciente de un ensayo clínico relacionado presentado en 2015.
"Nuestros resultados del nuevo estudio argumentan que atezolizumab representa un gran avance en el tratamiento del cáncer de vejiga", dice el investigador principal del estudio y oncólogo médico Arjun Balar, profesor asistente del Centro Médico de la Universidad de Nueva York Langone y miembro de su Centro de Cáncer Laura e Isaac Perlmutter.
"Atezolizumab es la primera terapia que se aprueba en más de tres décadas para esta enfermedad y es el nuevo estándar de tratamiento para los pacientes cuya terapia inicial con fármacos de quimioterapia a base de platino ha fracasado --señala Balar--. De hecho, puede ser la única terapia que necesiten algunos pacientes".
El estándar actual de "primera línea" de la atención en el cáncer de vejiga, explica Balar, es cisplatino, un fármaco que mata las células tumorales, impidiendo que la reparación de daños en su ADN. De uso generalizado desde 1970, cisplatino prolonga la supervivencia a poco más de un año, pero casi la mitad de los pacientes con cáncer de vejiga, la mayoría de ellos de edad avanzada con otros problemas de salud graves, no puede tomarlo debido a sus efectos secundarios tóxicos sobre la función nerviosa y el riñón, así como la audición. Por otra parte, los cánceres de muchos pacientes desarrollan resistencia a los medicamentos de quimioterapia con cisplatino y fármacos similares con el tiempo.
FUE BIEN TOLERADO POR LOS PACIENTES
Balar resalta que atezolizumab fue bien tolerado por todos los pacientes en el estudio actual, que se realizó en centros médicos de Estados Unidos, Canadá y Europa. Los pacientes informaron de casos relativamente leves de fatiga, picazón en la piel y diarrea, lo que representó un número mucho menor de efectos secundarios y menos graves que los observados con cisplatino o su alternativa común, carboplatino, según este investigador.
Además, la mitad de los pacientes que respondieron a la nueva terapia lo hicieron dentro de 15 semanas, con casi todos (21 de 28) sin signos detectables de crecimiento del cáncer (a una dosis de 1.200 miligramos cada tres semanas). Como parte del estudio, los 21 pacientes todavía en remisión del cáncer siguen siendo monitoreados, con unos pocos que continúan recibiendo atezolizumab, ya que el estudio se inició en mayo de 2014.
Siete pacientes que respondieron inicialmente a la terapia, finalmente, sufrieron un resurgimiento del cáncer y fueron derivados a otras terapias, junto con aquellos que no respondieron inicialmente a atezolizumab. Los pacientes que respondieron al tratamiento notaron que los tumores se redujeron o desaparecieron por completo como parte de una respuesta inmunitaria coninua, con las disminuciones confirmadas por las exploraciones radiológicas.
Balar señala que los inhibidores de punto de control --algunos ya aprobados para tratar otros tipos de cáncer-- están diseñados para "entrenar al sistema inmunológico" para atacar las células tumorales mediante el bloqueo de la acción de las proteínas que se cree que ayudan a las células cancerosas a evadir el reconocimiento del sistema inmune.
Aunque el mecanismo exacto de acción del fármaco está sujeto a investigación adicional por el equipo, los científicos dicen que la nueva medicación principalmente bloquea la interacción de la proteína PD-L1, con su socio PD -1. Esta conexión "clave", según Balar, es fundamental para la detección de células tumorales por las células T del sistema inmunológico.