MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (Grupo CTD) ha señalado que los nuevos antidiabéticos orales logran mejorar el pronóstico de la enfermedad cardiaca, renal y vascular de las personas con diabetes de tipo 2 (DM2), tanto en quienes han tenido un evento cardiovascular o presentan factores de riesgo, como en quienes todavía no lo han sufrido.
En su segunda reunión, este grupo de expertos españoles ha resaltado que la aparición de dos familias de fármacos (los inhibidores del cotransportador sodio/glucosa de tipo 2, denominado iSGLT2; y los agonistas del receptor de GLP-1 basados en análogos de GLP-1 humano, conocidos como arGLP1) han demostrado una reducción de eventos cardiovasculares en personas con diabetes.
Los expertos explican que estos medicamentos "no solo son seguros, sino que aportan beneficios cardio-vásculo-renales que son, al menos en una parte importante, independientes de su efecto reductor de la hiperglucemia". "Gracias a estos fármacos, podemos hoy en día modificar el pronóstico de la enfermedad cardiaca, renal y vascular de las personas con diabetes de tipo 2, tanto en prevención primaria como secundaria", comenta el jefe del Departamento de Endocrinología y Nutrición Clínica de QuironSalud Madrid, Esteban Jódar.
"Con la llegada de los iSGLT-2 y los arGLP-1, hemos logrado no solo el control glucémico eficaz de los pacientes con diabetes sino que también, y lo que es mucho más importante, hemos conseguido reducir el riesgo de desarrollo de las complicaciones cardiovasculares en esta población", subraya el doctor Vivencio Barrios, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. Esto, a su juicio, está produciendo "importantes variaciones" en el manejo clínico de los pacientes con DM2.
"Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes con diabetes: ya no nos conformamos con el control de la glucemia, sino que ahora buscamos y podemos lograr una mejoría de su pronóstico y la reducción del riesgo de aparición y/o agravamiento de enfermedades cardiovasculares", agrega Barrios.
De hecho, apuntan que la enfermedad cardiovascular es la causa más frecuente de mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2. "Pero esta relación no se queda solo ahí: existe una vinculación intensa y bidireccional. Con mucha frecuencia, las personas con problemas cardiacos son diagnosticadas de diabetes durante el ingreso hospitalario que causa el debut del problema cardiaco y, por otra parte, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de años de vida perdidos, de muertes y de ingresos en las personas con diabetes", detallan.
"La diabetes no solo aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica y de insuficiencia cardiaca, sino que, además, ambas patologías tienen peor pronóstico en personas con DM. Los pacientes con diabetes tipo 2 tienen un riesgo entre 2-4 veces mayor de sufrir un infarto de miocardio y, en caso de que ocurra, también el pronóstico es peor. Pero, además, la insuficiencia cardíaca, clínicamente manifiesta o no, afecta a 2 de cada 3 personas con diabetes. Por lo tanto, investigar activamente estos problemas y establecer estrategias de prevención es imprescindible en estos pacientes", explica uno de sus miembros, Francisco Javier Ampudia-Blasco, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valencia.