MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Médicos sin Fronteras (MSF) denuncia que los nuevos medicamentos para tratar la tuberculosis sólo están llegando al 2 por ciento de los pacientes que los necesitan por su elevado precio y piden a las farmacéuticas que los comercializan que fijen unos precios más asequibles para los países con ingresos bajos y medios.
Según aseguran en un comunicado, la bedaquilina, de Johnson&Johnson, y el delamanid, de Otsuka, son los únicos fármacos desarrollados en los últimos 50 años frente a la tuberculosis y han dado esperanza a los afectados por los subtipos resistentes a los medicamentos (TB-DR).
Sin embargo, "ambos siguen fuera del alcance de los enfermos que los necesitan", lamenta la organización, que recuerda que menos de 3.000 personas han recibido bedaquilina y apenas unas 100 han sido tratadas con delamanid hasta noviembre de 2015 a través de los programas de uso compasivo.
"Estos números son patéticos", como ha asegurado Médicos sin Fronteras, que recuerda que unas 48.000 personas con tuberculosis extrarresistente (TB-XDR) y al menos el doble con la variante multirresistente a los medicamentos (TB-MDR) cumplirían los requisitos que fijó la Organización Mundial de la Salud (OMS) para usar los nuevos fármacos.
"Es indignante saber que existen medicamentos que pueden dar esperanzas a aquellas personas que han agotado todas las opciones de tratamiento, pero que muy pocas personas tengan acceso a ellos", dice la doctora Grania Brigden, asesora de Tuberculosis de la Campaña de Acceso.
HASTA 30.000 DÓLARES CADA SEIS MESES
Una de las barreras, según MSF, son los elevados precios en los países donde los programas de donación en curso no se aplican. Los nuevos fármacos se añaden a un régimen de tratamiento que ya cuesta entre 1.800 y 5.000 dólares por el ciclo. El precio de la bedaquilina oscila entre los 900-30.000 dólares para un tratamiento de seis meses, y el ciclo de seis meses de delamanid se vende por 33.600 dólares en Japón.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) mostró que los futuros regímenes que contienen bedaquilina o delamanid podrían costar menos de 500 dólares por tratamiento.
Otra de las mayores barreras de acceso de ambos fármacos es que sólo están registrados en un número limitado de países. La bedaquilina solo está registrada en siete de los 27 países más afectados por TB-MDR, y el delamanid en solo cuatro, y ninguno está entre los países con mayor incidencia (Japón, Alemania, Gran Bretaña y Corea del Sur). El delamanid, por su parte, no está registrado en ninguno de los países donde se realizaron los ensayos clínicos.
LOS PROGRAMAS DE DONACIÓN NO BASTAN
MSF reconoce que las compañías que producen estos dos medicamentos han establecido programas de donación, pero el límite máximo de tratamientos en curso es muy inferior al necesario, y los países más afectados están completamente excluidos.
Además, "no solo no cubren las necesidades actuales de los enfermos, sino que el precio de los medicamentos debería tener un precio asequible para todos los países, de forma que gobiernos y otros proveedores de salud puedan disponer de cantidades adecuadas para cubrir a largo plazo las necesidades de los pacientes".
"J&J y Otsuka deben comprometerse a hacer accesible sus medicamentos a todos los países afectados tan pronto como sea posible con precios asequibles; ningún régimen debe costar más de 500 dólares por persona, incluyendo el uso de estos medicamentos", ha defendido la organización.