MADRID, 25 Nov. (INFOSALUS) -
El envejecimiento forma parte de la vida y los avances en la investigación científica comienzan a descifrar los mecanismos implicados en esta degeneración natural que podrían conducir a un correr de los años más saludable.
Según explica a Infosalus Guillermo López Lluch, investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, la biogerontología estudia el envejecimiento desde una variedad de puntos de vista: biológico, celular, fisiológico, médico, genético, funcional o epidemiológico, entre otros.
Estas investigaciones tratan de dar un paso más allá para conseguir que sea posible envejecer de forma saludable cuando existen condiciones físicas que nos impiden mantener la salud a través por ejemplo de la actividad física o una dieta variada.
"En cuanto a la epidemiología se estudia cómo envejecen las poblaciones en relación a su estilo de vida, nutrición o ambiente, lo que permite encontrar las diferencias entre los países del norte y del sur de Europa", señala López Lluch, profesor de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
La biogerontología se fija en el nivel molecular y en nuestros genes al estudiar por qué existen personas que envejecen más rápido que otras o qué características hacen especiales a los longevos. En este sentido se han descubierto variaciones genéticas que predisponen a las enfermedades degenerativas o que promueven una mayor capacidad muscular a pesar del envejecimiento natural.
El equipo de investigación de López Lluch estudia enzimas relacionadas con un mejor envejecimiento que se asocian a un metabolismo energético y a un estado adecuado de las mitocondrias, los órganos presentes en cada célula humana encargados de producir la energía necesaria para su actividad.
El estudio de estos mecanismos energéticos, que de no realizarse bien llevan a la muerte celular, están muy implicados en el envejecimiento. Estas enzimas se encargan de evitar que las células sufra daños y su adecuado funcionamiento podría contener la clave para un envejecimiento más saludable.
Otro de los ámbitos de estudio de la gerontobiología es la denominada 'inmunosenescencia' que se refiere a cómo el sistema inmune del ser humano varía con el envejecimiento. En este campo se ha descubierto que con el paso de los años se desarrollan en el organismo más procesos inflamatorios que llevan al aumento de trastornos como la aterosclerosis, la artritis e incluso la obesidad.
"Sabemos que el ser humano no va a conseguir superar su límite biológico que está entre los 114 y los 116 años pero sí podemos conseguir llegar a una edad avanzada con calidad y sobre todo sin perder independencia", explica López Lluch.
LO QUE SABEMOS SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
La ciencia ha descubierto que existen tres mecanismos claves para el envejecimiento a nivel celular: la capacidad metabólica, la regeneración y el funcionamiento de los antioxidantes.
Con el envejecimiento el metabolismo cambia, el funcionamiento de las mitocondrias falla y pierden su capacidad de renovación y sus desechos se acumulan en las células.
Esta acumulación de residuos en las células conduce a un peor funcionamiento celular y a la muerte de las células que en el caso de una persona joven se sustituyen por célula nuevas pero que en los mayores, en los que se va perdiendo la capacidad de regeneración, termina en pérdida celular. Los investigadores estudian estos mecanismos para descubrir cómo se producen.
Es este proceso de regeneración celular el que también falla en el envejecimiento al alterarse los mecanismos que emplea la célula para reparar los daños que se producen tanto en la célula cómo en su núcleo, que contiene el material genético.
Según explica López Lluch el fenómeno se produce en todas las células y según su clase se produce un tipo u otro de deterioro, así, si son neuronas el daño será neurológico y si son células del músculo se perderá capacidad muscular. Finalmente es un fenómeno global de degeneración biológica causado por el aumento de los daños y una cada vez menor capacidad de reparación.
Por su parte, en cuanto a la importancia de los mecanismos antioxidantes en el envejecimiento promovido por elementos como los radicales libres, López Lluch señala se está estudiando por qué funcionan peor. "Los antioxidantes no son sólo las vitaminas, sino también enzimas que facilitan a su vez la labor de otras enzimas y si alguno de los elementos de la cadena se ve dificultado todo falla", apunta el investigador.
MÁS ACTIVOS, MÁS SOCIALES, MÁS LONGEVOS
Además de comenzar a conocer los mecanismos más importantes implicados en el envejecimiento, López Lluc apunta otros tres aspectos claves en este caso para conseguir una vida longeva y de calidad:
1º Realizar actividad física de forma regular, ya que el ejercicio ayuda al cuerpo a regenerarse y mantener su punto de equilibrio biológico. Estudios en ratones han mostrado que los ratones que realizan ejercicio producen más enzimas que intervienen en los procesos antienvejecimiento del organismo.
2º Seguir una dieta sana y equilibrada: incluyendo muchos productos frescos ya que vivimos en un país en el que disponemos de aceite, vegetales y frutas de producción propia y de temporada. Componentes como los polifenoles y los antioxidantes que existen en estos alimentos activan al organismo.
3º Mantener las relaciones sociales: porque activan el cerebro y a sus células y promueven su funcionamiento.