MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del verano se acercan las altas temperaturas y las personas de avanzada edad son un grupo vulnerable a la hora de sufrir golpes de calor porque "su cerebro tarda más en adaptarse a los cambios; tenemos un centro termoregulador en el hipotálamo que regula la temperatura interior, y ese termostato está ralentizado en las personas mayores", ha explicado a Infosalus el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el doctor José Antonio López Trigo.
Lo que sucede cuándo tenemos un golpe de calor es que "intercambiamos mal nuestra temperatura interna con la del medio, porque debe combinarse para mantener un equilibrio de temperatura corporal; cuando hay más calor fuera del organismo que dentro, ese intercambio no se produce y tendemos a acumular calor", añade el doctor.
Además, en el caso de las personas mayores existe otro motivo por el cuál tienen más riesgo de padecer los efectos del calor extremo. "Al lado del termostato, está el centro regulador de nuestra percepción de ser, un grupo de neuronas que te alertan de los riesgos; una persona mayor tiene menor percepción de ser y tenemos que recordarles, por ejemplo, que beban aunque no tengan sed".
Con el objetivo de prevenir las consecuencias del calor en las personas mayores, la compañía Atenzia ha activado su campaña de prevención para que los usuarios sepan cómo actuar ante un golpe de calor.
"El objetivo es prevenir que la población mayor sufra golpes de calor dado el aumento de temperaturas; para ello, se llama a los 130.000 usuarios de la compañía por teléfono y se hace un seguimiento dónde se les explica las medidas para evitar los efectos del calor", ha aclarado la coordinadora de la campaña y trabajadora social de Atenzia, María Molina.
LA TEMPERATURA IDEAL: 24 GRADOS
El doctor López Trigo ha asegurado que la temperatura ideal para nuestro organismo "serían 24 o 25 grados, no 35 como ahora; una temperatura con la que no tengamos que ir abrigados pero que vaya nuestra piel cubierta con ropa cómoda que nos permita tener movimiento".
No obstante, la salud entra en riesgo "a partir de los 32 o 33 grados y se dispara a partir de los 35 grados, cuando hace fuera tanto calor como tenemos nosotros dentro del cuerpo", nos ha indicado el doctor. Además, "con esa temperatura alta vamos a sudar mucho más, eliminando líquidos y sales minerales", que hay que recuperar con una buena hidratación.
CÓMO DETECTAR UN GOLPE Y ACTUAR
Respecto a los síntomas, "suele aparecer dolor de cabeza; aumento de la temperatura corporal como si tuviéramos la sensación de tener fiebre; mareos y hasta comas si hay una deshidratación profunda; la piel se vuelve seca y hace mucho pliegue", ha detallado el doctor.
Ante esta situación, lo primero que hay que hacer es "poner a la persona en la sombra o producir sombra lo más rápidamente posible; desabrigarlos un poco soltando la ropa, y enfriar los puntos sensibles y esenciales para la temperatura como la frente, la nuca o las muñecas con paños mojados".
En caso de que la persona esté inconsciente, "nunca hay que darle de beber porque se puede atragantar con el agua y pasamos del golpe de calor a la neumonía en unos minutos y puede ser un problema muy serio en las personas mayores", incide. Si está consciente, "poco a poco ir dándole líquidos, a ser posibles isotónicos porque contienen azucares y sales minerales".
El riesgo que sufren los mayores al padecer un golpe de calor es mayor si sufren algún tipo de patología añadida. "Si una persona tiene demencia o deterioro cognitivo, si normalmente no se acuerdan de beber, cuando tienen esta circunstancia pierden el concepto de beber y de comer; es esencial que vayamos por delante de acontecimientos en prevención", ha advertido el experto.
Existe otra complicación, y es que "la deshidratación puede descompensar cualquier otra patología de la persona como la diabetes, hipertensión o el colesterol alto; puede terminar con un problema serio de salud por un golpe de calor al no hidratarse bien".
RECOMENDACIONES PARA AFRONTAR EL CALOR
Desde Atenzia, el primer consejo que dan a sus clientes es la "importancia de permanecer hidratado en todo momento y llevar siempre encima una botella de agua o un refresco que nos proporcione sales y azúcares que perdemos con la sudoración".
A parte de mantener una correcta hidratación, la coordinadora de la campaña aconseja no exponerse en exceso al sol y buscar resguardo "en sombras y locales ventilados". No salir a la calle durante las horas de excesivo calor, normalmente entre las 12 y 6 de la tarde, y evitar hacer esfuerzos físicos durante dicha franja horaria
Por otro lado, "utilizar ropa de colores claros, tejidos finos y vaporosos", evitando colores oscuros que capten todo el calor, es otra de las principales recomendaciones. Mantener las persianas bajadas y las ventanas cerradas durante las horas de sol y evitar el uso de transportes sin climatizador o aire acondicionado.
"Durante las semanas de la campaña se llama a los usuarios cada semana o cada quince días dependiendo del perfil de la persona; se les vuelve a recomendar consejos y se les pregunta si han tenido algún percance", ha subrayado María Molina.
EL CALOR TAMBIÉN DIFICULTA EL SUEÑO
El calor también afecta al ciclo de sueño, dificulta el descanso y aumenta la fatiga, sobre todo en personas de avanzada edad y es de vital importancia llevar a cabo unas medidas para evitar esta complicación.
En primer lugar, tomar un cena ligera y fresca, como una ensalada, facilita la digestión y favorece la conciliación del sueño. Antes de irse a la cama, "darse una ducha tibia y dormir con ropa ligera" puede evitar que nuestro descanso se altere.
Además de estos consejos, también podemos humedecer o introducir elementos fríos en la almohada o utilizar un ventilador para refrescar la habitación.
La compañía ofrece estos consejos a todos sus clientes pero haciendo especial hincapié en el público mayor. "La gente agradece y tiene en cuenta las medidas; se nota un descenso de problemas provocados por el calor en los usuarios; nuestras alarmas no son por golpes de calor, suelen tener mucha precaución", ha concluido María Molina.