MADRID, 30 Nov. (INFOSALUS) -
Cuidar de un padre o pareja mayores que está enfermo o con alguna discapacidad a menudo tiene grandes recompensas pero puede también consumir mucho tiempo así como energía física y emocional.
Según explican en el blog dirigido a pacientes de la Escuela de Medicina de Harvard en Estados Unidos, los cuidadores pueden llegar a sentir que la situación les supera dada la multitud de responsabilidades que tienen que asumir entre las tareas de la casa, el trabajo, otras necesidades familiares y el cuidado de tu familiar.
Sin embargo, destacan los facultativos americanos, es tan importante la atención que el cuidador se presta a sí mismo como los cuidados que proporciona a la persona a la que cuida ya que de no ser así podría acabar siendo víctima de un desgaste total.
Por ello, desde la web americana se presentan cinco consejos para mejorar el estado general de los cuidadores:
1. Busca ayuda
No tienes que hacerlo todo tú. De hecho, es mejor tener más de una persona que pueda estar involucrada en los cuidados que recibe nuestro familiar. Sea para acompañarle a las citas médicas, con las tareas domésticas o cocinando una noche a la semana, pide a otros familiares que te echen una mano. Y si alguien te pregunta si puede echarte una mano, no tengas miedo de decir que sí.
2. Olvídate de la culpabilidad
En determinados momentos podrías sentir que hay algo más que podrías hacer o haber hecho de forma diferente. En vez de rumiar estos temas sobre qué podrías o deberías hacer, reconoce todo lo que estás haciendo. Si la sensación de culpa es demasiado fuerte podría ayudarte hablarlo con un trabajador social u otro tipo de profesional clínico.
3. Mantén la actividad
El ejercicio frecuente ha probado proporcionar beneficios para la salud como bajar el colesterol y la presión sanguínea, y puede ser un potente energético, y elevar el ánimo también. Prueba con entre 30 y 60 minutos de ejercicio en la mayoría de los días de la semana. Si dedicar tanto tiempo al ejercicio no te resulta posible no te preocupes y haz lo que puedas, algo de ejercicio siempre es mejor que ninguno.
4. Permanece conectado
Mantén la conexión con los amigos por teléfono o correo electrónico o planifica paseos semanales o salidas para comer o ir al cine de forma habitual. Pídele a tus amigos que visiten contigo a la persona que cuidas para que puedas desconectar y sentir que sigues conectado con el mundo fuera de tu papel de cuidador.
5. Relájate y disfruta
Escuchar música que te gusta, darte un baño especial, sumergirte en pasatiempos que te gustan o incluso regalarte un masaje. También puedes aprender yoga, a meditar u otras técnicas de relajación a través de clases, grabaciones o libros.