NUEVA YORK, 5 Jul. (Reuters/EP) -
Investigadores del Baylor College of Medicine (Estados Unidos) han comprobado que el gel de testosterona también puede mejorar el deseo y la actividad sexual en hombres mayores de 65 años, como ya había demostrado en pacientes más jóvenes.
En concreto, y según los resultados publicados en la revista 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism', se ha visto como su uso permitió mejorar 10 de 12 indicadores sobre la actividad sexual, en comparación con quienes usaron placebo.
"Hubo una diferencia clínica notable en la función y en el deseo sexual", ha reconocido Glenn Cunningham, autor del estudio, que recuerda la importancia de dicho hallazgo dado que los niveles de testosterona van disminuyendo con el envejecimiento y repercute en su actividad sexual.
Estudios previos habían demostrado que la terapia con testosterona podía mejorar la función sexual en hombres más jóvenes que presentaban bajos niveles de testosterona, bien por una enfermedad bien por algún tratamiento, pero no se sabía si este tratamiento podía ofrecer mejoras en gente más mayor.
En el trabajo participaron un total de 470 hombres mayores de 65 años, todos con bajos niveles de testosterona y falta de apetito sexual, y con una pareja femenina dispuesta a tener relaciones sexuales al menos dos veces al mes.
La mitad de los participantes fueron asignados al azar a utilizar el gel de testosterona durante 12 meses, y la otra mitad usaron un gel falso a modo de placebo. Durante el año de seguimiento los participantes fueron preguntados por su actividad sexual y se sometieron a analíticas para medir sus niveles de testosterona.
Con el gel de testosterona, los niveles de testosterona aumentaron de una media de 234 a 500 nanogramos por decilitro (ng/dl), lo normal en hombres de 19 a 40 años, mientras que los niveles se mantuvieron sin cambios en el grupo placebo.
MÁS ACTIVIDAD SEXUAL PERO NO MÁS DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Los hombres que usaron el gel también tenían más fantasías sexuales, orgasmos, relaciones sexuales o erecciones, tanto nocturnas como durante su actividad sexual. Asimismo, estos mayores niveles no estaban ligados a más episodios de disfunción eréctil.
No obstante, el estudio muestra como las mejoras tampoco son tan acusadas ya que, al final del estudio, los hombres tratados mantenían relaciones sexuales una vez cada 12 días de media, frente a la frecuencia de una vez cada 11 del grupo placebo.
"El tratamiento con testosterona no va a arreglar todo lo malo que le pasa, pero aumentará su libido y el deseo de tener relaciones sexuales", ha reconocido Jeanne O'Brien, uróloga de la Universidad de Rochester Medical Center en Nueva York que no ha participado en el estudio.
Además, los autores del estudio reconocen que pese a estos beneficios la terapia sólo debería aplicarse a hombres mayores con disfunción sexual y niveles de testosterona bajos ya que también puede tener efectos secundarios, como un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer de próstata.