MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los gobiernos que afronten, con estrategias efectivas contra las enfermedades crónicas y cambios normativos, el envejecimiento de la población de modo que las personas mayores puedan mantener una buena calidad de vida, "más sana, feliz y productiva".
La esperanza de vida de las personas mayores está aumentando en todo el mundo; en 2020, "por primera vez en la historia", los mayores de 60 años superarán en número a los menores de 5 años, advierte la OMS, que espera que en 2050 la población mundial de más de 60 años llegue a los 2.000 millones, un aumento considerable frente a los 841 millones de la actualidad.
La preocupación en la organización se produce tras la publicación de una nueva serie sobre salud y envejecimiento en 'The Lancet' donde se advierte de que, a menos que los sistemas de salud encuentren estrategias efectivas para abordar los problemas de una población mundial en proceso de envejecimiento, la creciente carga de enfermedades crónicas afectará enormemente a la calidad de vida de las personas mayores.
"Serán necesarias reformas profundas y fundamentales en los sistemas de salud y atención social", ha afirmado director del Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la OMS, el doctor John Beard, quien ha codirigido los artículos publicados en la revista científica.
No obstante, teniendo en cuenta que el 80 por ciento de las personas mayores vivirán en países de ingresos bajos y medianos, afirma que "hay que tener cuidado para que las reformas no acentúen las desigualdades, que son la causa de gran parte de la mala salud y las limitaciones funcionales que vemos en las personas mayores".
En el mismo sentido, el director del Departamento de Estadística e Informática Sanitarias de la OMS, el doctor Ties Boerma puntualiza que, "Aunque algunas de las intervenciones podrán aplicarse universalmente", será importante que los países vigilen la salud y el modo de vivir de las poblaciones que envejecen, para "poder entender las tendencias de salud y confeccionar programas que satisfagan las necesidades específicas determinadas".
Los estudios multipaís, como el Estudio de la OMS sobre envejecimiento y salud de los adultos en el mundo (SAGE), la encuesta mundial Gallup y otros estudios longitudinales por cohortes sobre el envejecimiento realizados en Brasil, China, India y Corea del Sur, "empiezan a equilibrar la balanza y a presentar datos que permiten adoptar políticas determinadas, pero aún queda mucho por hacer", añade este experto, coautor de la serie publicada.
ESTRATEGIAS ASEQUIBLE A TODOS LOS ADULTOS
La serie de artículos publicados en 'The Lancet' recalcan que la responsabilidad de mejorar la calidad de vida de las personas mayores de todo el mundo no recae solo en el sector de la salud, y apuestan por estrategias para prevenir y gestionar mejor las afecciones crónicas extendiendo la atención de salud asequible a todos los adultos mayores y teniendo en cuenta el entorno físico y social.
Así, se recomienda un cambio normativo a fin de alentar a los adultos mayores a formar parte de la fuerza de trabajo durante más tiempo, por ejemplo eliminando las trabas fiscales por trabajar después de la edad de jubilación.
Además, aconseja la puesta en marcha de medidas de bajo coste de prevención y detección temprana de enfermedades, como puede ser la reduciendo la ingesta de sal y el aumentando el número de vacunaciones; hacer un mejor uso de la tecnología con la estandarización de clínicas móviles para las poblaciones rurales, y formar al personal de salud en el tratamiento de múltiples afecciones crónicas.
"Debemos mirar colectivamente más allá de los costos normalmente asociados con el envejecimiento para pensar también en los beneficios que una población de personas mayores más sana, feliz y productiva puede aportar a la sociedad en general", ha añadido el doctor Somnath Chatterji, del Departamento de Estadística e Informática Sanitarias de la OMS, y también autor del artículo.
AUMENTO DE POBLACIÓN, AUMENTO DE ENFERMOS CRÓNICOS
La OMS destaca que el aumento de la longevidad, especialmente en los países de ingresos altos, se debe en gran medida al descenso en el número de muertes por enfermedades cardiovasculares, gracias sobre todo a estrategias sencillas y costoeficaces para reducir el consumo de tabaco y la hipertensión arterial, y a la mayor cobertura y eficacia de las intervenciones sanitarias.
No obstante, vivir más tiempo no significa necesariamente vivir mejor. Según sus datos, casi una cuarta parte (23%) de la carga mundial general de mortalidad y morbilidad se registra en los mayores de 60 años, y gran parte de esa carga puede atribuirse a enfermedades de larga duración como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, las cardiopatías, las enfermedades osteomusculares (como la artritis y la osteoporosis) y los trastornos mentales y neurológicos.