MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las personas mayores que tienen una relación más estrecha con los miembros de su familia tienen menor probabilidad de morir, pero no existe tal asociación para quienes mantienen relación con un grupo de amigos, según un estudio presentado en la 111ª reunión anual de la American Sociological Association (ASA, por sus siglas en inglés).
"Hemos encontrado que las personas mayores que tenían más familia en su red y que estaban más cerca de ella eran menos propensos a morir. No se han observado tales asociaciones por la cercanía al grupo de amigos", ha destacado el autor principal del estudio e investigador en University of Toronto's Dalla Lana School of Public Health, James Iveniuk.
FASES DEL ESTUDIO
Bajo el título 'Social Relationships and Mortality in Older Adulthood', el estudio ha analizado los datos representativos a nivel nacional a partir de las olas de 2005-2006 y 2010-2011 de la encuesta 'National Social Life, Health, and Aging Project (NSHAP)', para investigar qué aspectos de la vida social son los más importantes para postergar la mortalidad.
En la primera fase de la investigación, los mayores realizaron una lista describiendo la relación con cinco de sus confidentes más cercanos. Los resultados mostraron que aquellos que se sienten "muy cerca" de los miembros de la familia no conyugal tienen un riesgo del 6 por ciento de mortalidad en los próximos cinco años, frente a los que dijeron "no sentirse cerca" que se sitúan en un 14 por ciento.
Por otra parte, el estudio ha revelado que los encuestados que tienen más miembros de la familia no conyugal en su red, con independencia de cercanía, tenían menor probabilidad de muerte en comparación con los que aparece un menor número de miembros de la familia.
LAS RELACIONES CON LOS AMIGOS NO DISMINUYEN LA MORTALIDAD
Además de comparar las relaciones con los miembros de la familia, el estudio también examinó las características de las redes sociales en general y su asociación con la mortalidad.
Los cuatro factores más asociados con un menor riesgo de mortalidad era estar casados, tener una mayor red de amigos, participar en organizaciones sociales y sentirse más cerca de tus confidentes. En cambio, los factores menos relevantes fueron la sensación de soledad y el acceso al apoyo social.
"Esperaba que la asociación entre la participación en organizaciones sociales y la mortalidad iba a disminuir el tamaño considerablemente una vez que controlásemos otros aspectos del mundo social de las personas, pero eso no sucedió", ha argumentado Iveniuk.
Curiosamente, se demostró que el matrimonio tiene efectos positivos sobre la longevidad, independientemente de la calidad marital. "No hemos observado una asociación entre las medidas de apoyo del cónyuge y la mortalidad, lo que indica que la presencia de un enlace matrimonial puede ser más importante para la longevidad de ciertos aspectos de la unión en sí", añade.
En general, Iveniuk ha indicado que sus hallazgos subrayan la importancia de las relaciones familiares para la longevidad de las personas mayores. "Volviendo a los primeros teóricos de la sociología, muchos pensadores han señalado que hay algún tipo de especial importancia en las personas con lazos familiares, lo que lleva a la gente a estar cerca", ha concluido.