MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 95 por ciento de los médicos recomienda a las embarazadas suplementar su alimentación con vitaminas y minerales adaptados a las diferentes etapas de la gestación, según ha concluido un estudio elaborado por Laboratorios Ordesa.
Un embarazo comporta, además de multitud de cambios corporales, un incremento significativo de las necesidades nutricionales de la mujer por las demandas del feto para crecer y desarrollarse.
Además, el estudio, llamado 'SUNGES sobre Suplementación Nutricional durante la Gestación', en el que han participado 95 ginecólogos y 1.253 embarazadas, ha concluido que, si bien los especialistas opinan que la suplementación es más relevante durante el primer trimestre, el 90 por ciento de ellos los consideran "útiles" durante toda la gestación. También cuando se empieza a buscar un embarazo y durante la lactancia.
Por etapas, antes del embarazo y durante el primer trimestre, los especialistas creen que el ácido fólico, una vitamina del grupo B, es el nutriente más importante, según la encuesta.
El ácido fólico cumple un rol relevante en el desarrollo del sistema nervioso del bebé, que tiene lugar en los primeros días de gestación, probablemente antes de que la madre sepa que está embarazada. Puede ser un factor que contribuya a evitar casos de malformaciones congénitas, por eso es importante tomarlo antes de que el embarazo se produzca.
En el segundo y tercer trimestre de gestación, siempre según el estudio, los médicos resaltan el hierro. La Organización Mundial de la Salud estima que más de un 40 por ciento de las embarazadas sufre anemia, por lo que la ingesta de hierro durante el embarazo, más allá del aporte que se obtiene a través de la alimentación.
Por otra parte, el estudio concede un papel relevante al yodo en los últimos seis meses de gestación. El yodo contribuye al buen funcionamiento de la glándula tiroides y su deficiencia durante el embarazo puede llevar a que la madre sufra hipertensión y a que el feto tenga problemas en el desarrollo cerebral.
La mayoría de los alimentos, a excepción de la sal yodada, contienen poco yodo, así que los médicos indican el consumo de un suplemento alimenticio para incorporarlo al organismo en cantidades adecuadas.