MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud recomienda la administración periconceptiva de suplementos de ácido fólico, con o sin preparados multivitamínicos, para prevenir los defectos del tubo neural. Según sus recomendaciones todas las mujeres, desde el momento en que comienzan a intentar quedarse embarazadas hasta las 12 semanas de la gestación, deben tomar suplementos de ácido fólico.
Asimismo, las mujeres que hayan gestado un feto o dado a luz un niño diagnosticado de algún defecto del tubo neural deben recibir información acerca del riesgo de recurrencia, así como asesoramiento sobre el riesgo que conlleva la administración periconceptiva de suplementos de ácido fólico, y hay que ofrecerles suplementos en dosis elevadas (5 mg ácido fólico al día).
Sin embargo, nuevos hallazgos pueden contribuir a un debate en curso sobre el futuro del programa de refuerzo con este compuesto. Es el caso de un estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, que afirma que enriquecer con ácido fólico el suministro de alimentos en Estados Unidos no se asoció con una disminución de ciertos defectos de nacimiento que los investigadores esperaban ver en California, según un nuevo
Los resultados de este estudio de más de 1,3 millones de nacimientos y embarazos que abarcan dos décadas en California se publican en la edición digital de este miércoles en 'Birth Defects Research Part A.' La investigación examinó los defectos del tubo neural, que afectan al cerebro y la columna vertebral de un bebé, y que fueron el objetivo previsto de la fortificación con ácido fólico, una vitamina B.
Sin embargo, los defectos del tubo neural ya era cada vez menos comunes antes de que comenzara la fortificación y su declive se desaceleró considerablemente tras la introducción de la fortificación, según reveló el estudio. "No hemos visto lo que habríamos esperado ver y eso es una preocupación", dice el autor principal del estudio, Gary Shaw, profesor de Pediatría en Stanford.
También se evaluó el efecto de la fortificación en otras dos categorías de defectos de nacimiento, con resultados poco claros. Se sabe que niveles más bajos de consumo de ácido fólico aumentan el riesgo de defectos del tubo neural, incluyendo la anencefalia, en la que el cerebro de un bebé no se desarrolla, y la espina bífida, en la que el tubo que rodea la médula espinal está abierto al nacer. La anencefalia es generalmente fatal en los primeros días de vida, y la espina bífida a menudo causa la parálisis de toda la vida.
Debido a que estos defectos de nacimiento ocurren temprano en la gestación, a menudo antes de que una mujer se dé cuenta de que está embarazada, la fortificación con ácido fólico se introdujo a finales de 1990 para tratar de elevar el nivel de la vitamina en la sangre de todo el mundo y de este modo prevenir defectos del tubo neural. Ahora se añade a los cereales, la harina y otros productos de granos refinados. Los folatos naturales están presentes en muchos alimentos, como las verduras de hoja verde, los granos enteros, frutas cítricas y frijoles.
El nuevo estudio examinó recién nacidos e informes de los embarazos afectados por defectos de nacimiento en ocho condados del centro de California entre 1989 y 2010. La tasa global de defectos del tubo neural durante todo el periodo de estudio fue de 87,8 casos por cada 100.000 nacimientos. De 1989 a 1996, antes del inicio de la fortificación, los defectos del tubo neural se redujeron en 8,7 casos por cada 100.000 nacimientos por año.
UNA CAÍDA DE DEFECTOS DEL TUBO NEURAL PREVIA AL SUPLEMENTO
"La tendencia a la baja de defectos del tubo neural comenzó probablemente a finales de 1960 o principios de 1970; algo que estaba ocurriendo incluso antes de que el ácido fólico se añadiera a los suplementos multivitamínicos o ciertos alimentos", destaca Shaw. La razón de la disminución pre-fortificación se desconoce.
Sin embargo, después de que se aplicara plentamente la fortificación, entre 1999 y 2010, los defectos del tubo neural se redujeron más lentamente, en 1,7 casos por cada 100.000 nacimientos por año, según los hallazgos del estudio, El trabajó también evaluó defectos de nacimiento a los que no estaban destinados originalmente como objetivos de la fortificación de folato: labio leporino, que incluye labio leporino y paladar hendido, y paladar hendido solo; y gastrosquisis, un defecto congénito en el que un bebé nace con algunos de sus intestinos fuera del cuerpo.
Existen tratamientos quirúrgicos efectivos para las hendiduras orofaciales y gastrosquisis, mientras que la anencefalia no tiene tratamiento y la espina bífida a menudo causa discapacidad permanente. Antes del inicio de la fortificación, las tasas de labio y paladar hendido y el paladar hendido solo estaban aumentando ligeramente, en 0,2 y 1,2 casos por 100.000 por año, respectivamente. Estos defectos son más comunes que los defectos del tubo neural, que afecta a un total de alrededor de 180 bebés por cada 100.000 nacimientos por año durante todo el estudio.
Después de la fortificación, las tasas de hendiduras orofaciales cayeron en alrededor de dos casos por 100.000 por año. Los casos de gastrosquisis aumentaron durante todo el periodo de estudio, pero se elevaron más lentamente después de la fortificación.
El estudio no excluye la posibilidad de que otros factores podrían ser responsables de los cambios en las tasas de defectos de nacimiento, señala Shaw. Por ejemplo, las tasas de obesidad materna estaban aumentando entre 1989 y 2010, y las madres de mayor peso tienen menos riesgo de dar a luz bebés con gastrosquisis.
Los hallazgos se suman al debate en curso sobre si y cómo la fortificación con ácido fólico debe modificarse en el futuro, dice Shaw. Algunos expertos han sugerido que se debe aumentar la fortificación para prevenir defectos del tubo neural, mientras que otros están preocupados por los efectos secundarios potenciales de tal cambio. "Se ha observado un aumento en los adenomas colorrectales en algunos países con fortificación con ácido fólico", añade.
Aunque los resultados pueden contribuir a cambios en los programas de fortificación que afectan a toda la población, se mantienen los consejos sobre el ácido fólico para las mujeres embarazadas y las mujeres que planean quedarse embarazadas, matiza Shaw. "Para las mujeres que planean quedarse embarazadas o que ya están encinta, es importante tomar un suplemento multivitamínico que contenga ácido fólico", concluye.