MADRID, 3 May. (INFOSALUS) -
Eres madre primeriza, ves a tu bebé pequeño y precioso que te mira con amor, y tú le miras sabiendo que será para toda la vida. Sin embargo, ese bebé crecerá convirtiéndose en un adolescente, momento en el que igual se revela contra las normas y sufre mal de amores; después de la pubertad se convertirá en un joven independiente, un adulto que buscará hacer su vida, y será entonces cuando sabrás que ha llegado el momento de aceptar que tú bebé ya no es un bebé, pero que siempre será tu hijo.
Con motivo del Día de la Madre, una experta nos da las claves para aprender a sobrellevar las diferentes etapas de la maternidad. Porque disfrutar de la maternidad durante los primeros meses de vida de nuestro bebé, cuando tenemos un hijo adolescente o cuando nuestros hijos se independizan es importante y, sobre todo, necesario.
La psicóloga y portavoz de Centradaenti de TENA Lady, Alicia Jiménez, da algunos consejos para saber reconducir durante la maternidad, "uno de los acontecimientos más felices en la vida de la mujer", situaciones comunes con los hijos que pueden plantear dudas a la hora de actuar.
"La maternidad nos lleva a perder algunas rutinas y costumbres. Tenemos que aprender nuevos roles: saber cómo cuidar al bebé, intuir qué les sucede y por qué llora", explica Jiménez.
CUANDO LO QUE TIENES ES UN BEBÉ
"Toda nuestra atención se centra en los cuidados del bebé, esto unido al cansancio y la falta de sueño, sobre todo durante las primeras semanas, puede llevar a la mujer a sentirse más triste y estresada", afirma.
Para disfrutar plenamente de esta nueva etapa, Jiménez realiza algunas recomendaciones para adaptarse mejor a la llegada del nuevo miembro de la familia:
* Descansa cuando el niño esté dormido.
* Pon límites a las visitas: necesitas tiempo para ti y para tu familia, no pasa nada por posponer una visita a un momento en el que te encuentres más descansada.
* Dedica tiempo a tu pareja: Charlad sobre cómo os sentís durante esta nueva etapa.
* No tengas miedo a pedir ayuda: Las "súper-mamás" no existen. Habla con tus amigas, familiares profesionales sobre las dudas que tengas. Eso no quiere decir que seas peor madre.
* Mímate: arréglate y sal a pasear con el bebé. Esto te obligará a dedicarte unos minutos, a salir y hablar con otras personas.
* No olvides disfrutar de tu bebé: En algunas ocasiones la responsabilidad y el querer hacer las cosas bien hace que nos olvidemos de disfrutar de nuestro bebé. Disfruta del contacto con él, abrazándole, besándole, cogiéndole, etc.
CUANDO LLEGA LA ADOLESCENCIA
Durante la adolescencia lo hijos buscan nuevas aventuras y más independencia. "Ser madre de un adolescente es algo nuevo, un nuevo rol que no tiene nada que ver con ser madre de aquel niño pequeño", explica la psicóloga.
La experta recomienda ceder en algunos "ámbitos", mientras que en otros aumentamos el control. "Nadie nos ha enseñado qué debemos hacer cuando aparece la sensación de inseguridad y desconocimiento", explica Jiménez. Para afrontar estas nuevas sensaciones y mejorar la comunicación, la experta recomienda:
* Encuentra momentos para compartir con tus hijos: Intenta ir de compras con ellos y compartir alguna actividad doméstica. Busca momentos que también puedan ser un refuerzo para ellos.
* Aunque parezca que se alejan necesitan seguir acudiendo al núcleo familiar, seguirán acudiendo a ti ante los problemas, para pedir consejo o simplemente para sentir tu amor incondicional.
* Siéntate en familia para dejar claras las normas de la casa y consensuar aquellas en las que ellos puedan decidir para demostrarles que también se tiene en cuenta su opinión.
* Dedica tiempo a tu pareja: hablad de vuestra relación, de cómo os sentís y de la educación de vuestros hijos para evitar malos entendidos.
* Aprovecha que los niños se hacen mayores para pasar más tiempo con tu pareja y cuidar y mimar vuestra relación.
AFRONTAR EL SÍNDROME DEL NIDO VACÍO
Llega el momento en el que todo hijo busca la independencia de sus padres porque se ha convertido en adulto. Este momento es duro porque los hijos han centrado la vida de toda madre y padre, por eso podemos sentir que hemos perdido una parte de nosotros.
"La casa está más silenciosa, sabemos que pueden pasar varios días sin verles y comenzamos a sentirnos desubicadas", señala. A este conjunto de emociones y pensamientos se les denomina 'síndrome del nido vacío'. Ese es el momento de volver a reorganizar nuestras prioridades y redefinir nuestro rol y a nosotras mismas. Cuando llega ese momento, Jiménez nos da algunas pautas:
* Da la vuelta a tu pensamiento: Cuando te descubras pensando en lo que echas de menos tu vida en casa con tus hijos, enfoca tu pensamiento en ellos. Piensa en lo afortunados que son de poder independizarse, y el gran papel que has jugado tú en ello.
* Dedícate más tiempo a ti misma: Haz una lista de todo lo que hace tiempo que querías hacer y has estado posponiendo porque tenías que cuidar a los niños.
* Aprovecha este nuevo momento de tu vida para hablar más con tu pareja: Hablad sobre lo que sentís cada uno y sobre todos aquellos planes que también teníais pendientes.
* Piensa un poco más en ti y cuáles son tus roles más allá de ser madre.
* Si quieres ver a tus hijos, no esperes a que ellos te llamen para ir a casa, organiza una reunión o incluso podéis acordar comer juntos una vez al mes o comer juntos.
* Recuerda que tu rol como madre no ha terminado, sólo se ha modificado con el tiempo. Sigues siendo madre, pero también eres mujer.