MADRID, 17 Mar. (INFOSALUS) -
El endometrio es la cara interna del útero, cuando el tejido endometrial sale de su localización natural y se implanta en otras localizaciones del organismo donde sigue creciendo se desarrolla la endometriosis. Si es en el ovario se ocasionan quistes y si es en el recto o la vejiga se generan nódulos.
Según explica a Infosalus la doctora Alicia Hernández, coordinadora de la Unidad de Endometriosis y de la Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Universitario La Paz de la Comunidad de Madrid, ante la mínima sospecha o ante cualquier dolor de regla que no cede con antiinflamatorios y mayor del que se puede soportar hay que acudir al ginecólogo.
"Es una enfermedad benigna crónica en la que se está avanzando mucho y en la que el ámbito clínico está cada vez más sensibilizado y especializado. Hay que ser realistas pero también hay motivos para estar llenos de optimismo, ya que aunque puede ser muy agresiva e invalidante para las mujeres jóvenes se puede aprender a vivir con ella", destaca Hernández.
ENDOMETRIOSIS: LA PADECE HASTA UN 15% DE LA POBLACIÓN FEMENINA
La enfermedad es muy prevalente ya que puede padecerla hasta un 15% de la población femenina aunque es difícil de combatir y de eliminar por completo, por lo que suele ser recurrente. Hasta un 40% de las mujeres que padecen la enfermedad presentan esterilidad. Común entre mujeres jóvenes y en edad fértil tiene dos señas de identidad importantes: dolor que incapacita, que puede llevar a pasar tres o cuatro días al mes en cama, y esterilidad.
Se desconoce aún porque en unas mujeres se produce y en otras no aunque se plantean cuestiones inmunológicos, mecanismos y alteraciones de la inmunidad, para que este tejido crezca y se implante y siga desarrollándose.
Las mujeres en las que existe un mayor grado de un fenómeno denominado 'menstruación retrógrada', por el que algo del contenido de la menstruación pueda alcanzar la pelvis a través de las trompas, podrían tener un mayor riesgo pero se desconoce por qué este tejido no se reabsorbe de forma natural y se apunta a la combinación de este aspecto con los fallos en el sistema inmune.
Los factores de riesgo no están bien establecidos pero se sospecha que es una enfermedad dependiente de hormonas y las mujeres con una madre o hermana con endometriosis pueden tener una enfermedad más grave.
DIAGNÓSTICOS E INTERVENCIÓN COMPLEJOS
El diagnóstico cuando se trata de quistes ováricos es más rápido y en un control ginecológico de rutina en el que se realice una ecografía se puede realizar. La endometriosis que afecta al recto o a la vejiga, la extrapélvica o profunda, es más difícil de diagnosticar y requiere de un profesional formado en la enfermedad.
"Si la paciente refiere un dolor de hombro o de pierna nadie piensa que sea de origen ginecológico y la mujer puede ir de especialista en especialista hasta que recibe el diagnóstico, cuando han podido pasar siete u ocho años", señala la doctora Hernández.
Las complicaciones en los casos de endometriosis profunda no diagnosticada pueden ser graves ya que según el foco de la endometriosis se pueden producir obstrucciones intestinales e incluso insuficiencia renal si el tejido anómalo comprime los uréteres.
"No existe otra enfermedad benigna en ginecología con ese potencial de malignidad, la intervención quirúrgica puede llegar a ser más complicada que en el caso de los tumores", señala la doctora.
El tratamiento quirúrgico supone la intervención de equipos multidisciplinares avanzados ya que son cirugías difíciles y los tratamientos médicos incluyen fármacos que modulan los mecanismos hormonales y conllevan la participación de especialistas de las unidades del dolor.