MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El estrés es uno de los factores desencadenantes que pueden hacer que una mujer sufra un ictus, según ha puesto de manifiesto la Coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital La Paz de Madrid, la doctora Almudena Castro.
El ictus, tal y como ha indicado Castro, es una enfermedad prevalente en mujeres que se puede evitar siguiendo unos hábitos saludables como son la dieta mediterránea, el ejercicio físico y el control del estrés. "Sin pastillas se pueden prevenir casi todas las enfermedades", ha destacado.
La doctora también ha explicado que las mujeres son biológicamente más propensas a sufrir un ictus pero que se pueden evitar en una gran medida si se lleva una vida saludable. Castro también ha querido llamar la atención sobre el tabaquismo, enemigo íntimo de esta enfermedad.
Por este motivo, Boehringer Ingelheim ha organizado el primer taller contra el estrés para prevenir el riesgo de ictus en mujeres y en el que la experta en 'coaching personal', profesional, ejecutivo y experta en gestión del estrés, Mónica Esgueva, ha enseñado a un grupo de pacientes anticoaguladas algunas técnicas y ejercicios físicos para gestionar y combatir el estrés en el día a día.
Esgueva ha destacado que el estrés crónico es "muy perjudicial" y ha indicado que las situaciones difíciles no tienen por que convertirse en estrés. En primer lugar, "se debe aceptar lo que ocurre y después tomarse la vida con más distancia ya que no todo lo que ocurre es tan grave", ha explicado.
La experta también ha afirmado que "el sufrimiento nos diferencia" y que este es una elección. "Hay que aprender a gestionar el estrés para lograr una estabilidad mental", ha concluido.
Este taller también ha contado con el testimonio de una paciente de enfermedad cardiovascular y miembro de las asociaciones AEPOVAC y FEASAN, Teresa Hernández, quien además de contar su experiencia personal ha querido concienciar a la población sobre el estrés y las consecuencias que este puede tener en la vida de una persona que le sufra, como fue su caso.
16.000 mujeres mueren al año a causa de esta enfermedad cardiovascular, más del doble de las que fallecen por cáncer de mama y 14 veces más de las que lo hacen en accidentes de tráfico. De hecho, de cada cinco mujeres, una tiene riesgo de sufrirle.