MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La percepción que se tiene sobre la tolerancia al dolor varía en función del sexo, tanto que el 50 por ciento de los hombres considera que las mujeres tienen una mayor resistencia y lo soportan más que ellos, según el estudio 'Cómo los españoles percibimos el umbral del dolor', impulsado por Ferrer.
En esta línea, la mayoría de ellas (78%) tiene la visión de que el sexo femenino es más fuerte y más sufrido, frente a un 2 por ciento que opina que los hombres tienen más aguante. Este aguante está condicionado por la intensidad a la que se soporta el dolor que, según la encuesta (en un baremo del 1 al 10), es mayor en las mujeres, pues estas dicen que soportan un 6,4; y algo menor en los hombres, quienes piensan que aguantan un 5,9.
Frente a esta situación, ambos sexos manifiestan tener un comportamiento responsable porque solo se toman un analgésico una vez han superado el umbral del dolor (7 sobre 10).
"De estas cifras se desprende que las personas son cada vez más conscientes de la necesidad de hacer un uso responsable de los analgésicos que son medicamentos muy útiles para el dolor leve y es importante tomarlos solo cuando sea necesario", ha explicado el director médico de Laboratorios Ferrer, Emilio Gil.
TIEMPO LIBRE Y DOLOR
Según la encuesta, 6 de cada 10 prefieren un dolor suave pero persistente en el tiempo ante un dolor "muy agudo y puntual", pues "quizá" es más llevadero y les permite continuar con su vida diaria, momento en el que el dolor entorpece en un 6 de cada 10, aunque la afectación se reduce en un 5 cuando se trata de las obligaciones del día a día.
En cuanto al tipo de dolor, un 56,8 por ciento de los encuestados identifica las muelas cómo lo más doloroso, siguiéndole el dolor de cabeza (38,3%) y el dolor de oído (34,7%). Sin embargo, por sexos, los hombres continúan percibiendo como "más insoportable" el dolor de muelas, mientras que las mujeres soportan peor el dolor de cabeza, de oído o la infección de orina.
Además, con los años, según ha manifestado el 63,5 por ciento de los encuestados, el dolor se hace más soportable, ya sea porque se ha perdido el miedo que se tenía durante la juventud ante sensaciones desconocidas y dolorosas (41,5%) o de la costumbre a vivir con él (dolor crónico), incorporándolo en su vida cotidiana (38,9%).