MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Bacterias que tienen el potencial de instigar el cáncer de mama están presentes en los pechos de pacientes de cáncer, mientras que las bacterias beneficiosas son más abundantes en las mamas sanas en donde pueden en realidad estar protegiendo a las mujeres del cáncer, según una investigación que se publica en la edición digital de este viernes de 'Applied and Environmental Microbiology', una revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
Estos hallazgos podrían conducir en última instancia al uso de probióticos para proteger a las mujeres contra el cáncer de mama, según auguran los autores. En el trabajo, la estudiante de doctorado Camilla Urbaniak obtuvo tejidos de mama de 58 mujeres que fueron sometidas a mastectomías parciales o mastectomías para tumores benignos (13 mujeres) o canceroso (45 mujeres), así como de 23 mujeres sanas que habían sido sometidos a reducciones de mama o mejoras.
Los investigadores, liderados por el doctor Gregor Reid, profesor de Microbiología e Inmunología y Cirugía en la Universidad de Western, en Ontario, Canadá, y director del Centro Canadiense para el Microbioma Humano e Investigación Probiótica en el Instituto de Investigación de la Salud Lawson en Londres, Ontario, emplearon secuenciación de ADN para identificar las bacterias a partir de los tejidos y cultivos para confirmar los organismos vivos.
Las mujeres con cáncer de mama presentaban niveles elevados de 'Escherichia coli' y 'Staphylococcus epidermidis', que se sabe que inducen roturas de la doble cadena en el ADN en las células HeLa, que son células humanas cultivadas. "Roturas de la doble hélice son el tipo más perjudicial de daño en el ADN y son causadas por genotoxinas, especies reactivas de oxígeno, y la radiación ionizante", detallan los investigadores. El mecanismo de reparación de roturas de doble cadena es altamente propenso a errores y este tipo de fallos puede conducir al desarrollo de cáncer.
A la inversa, 'Lactobacillus' y 'Streptococcus', consideradas como bacterias que promueven la salud, fueron más prevalentes en los senos sanos que en los cancerosos. Ambos grupos tienen propiedades anticancerígenas. Por ejemplo, las células asesinas naturales son fundamentales para controlar el crecimiento de los tumores y un bajo nivel de estas células inmunes se asocia con una mayor incidencia de cáncer de mama. 'Streptococcus thermophilus' produce antioxidantes que neutralizan las especies reactivas de oxígeno, que pueden causar daños en el ADN, y por lo tanto, el cáncer.
DISMINUCIÓN DEL CÁNCER CON LA LACTANCIA, MOTOR DEL ESTUDIO
Lo que motivó la investigación fue saber que el cáncer de mama disminuye con la lactancia materna, apunta Reid. "Puesto que la leche humana contiene bacterias beneficiosas, nos preguntamos si podría estar jugando un papel en la reducción del riesgo de cáncer. O bien si otros tipos de bacterias podrían influir en la formación de cáncer en la glándula mamaria en las mujeres que nunca habían lactato. Incluso para explorar la cuestión, necesitamos primero mostrar que las bacterias están realmente presente en el tejido mamario". Estos expertos habían mostrado esto último en una investigación anterior.
Sin embargo, la lactancia podría incluso no ser necesaria para mejorar la flora bacteriana de los senos. "Colegas de España han demostrado que los lactobacilos de los probióticos ingeridos por las mujeres puede llegar a la glándula mamaria --subraya Reid--. En combinación con nuestro trabajo, esto plantea la cuestión de si deberían las mujeres, en especial aquellas con riesgo de cáncer de mama, tomar probióticos con lactobacilos para aumentar la proporción de bacterias beneficiosas en el seno. Hasta la fecha, los científicos no se han planteado siquiera estas preguntas y algunos se resistido a que haya alguna relación entre las bacterias y el cáncer de mama o la salud".
Además de luchar contra el cáncer directamente, podría ser posible aumentar la abundancia de bacterias beneficiosas a expensas de las perjudiciales mediante probióticos, según Reid, quien plantea también otra opción para mejorar el manejo del cáncer de mama: los antibióticos que se dirigen contra las bacterias que instigan el cáncer.
En cualquier caso, algo mantiene a las bacterias bajo control sobre y en los senos, como lo hace en el resto del cuerpo, apunta Reid. "¿Qué pasa si ese algo eran otras bacterias, en conjunción con el sistema inmune del huésped? No hemos respondido a esta pregunta pero ahora corresponde a los expertos en el campo considerar el potencial", concluye.