MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La llegada del invierno y las bajas temperaturas vienen acompañados de un cambio en la alimentación, con mayor presencia de purés o sopas, y los expertos en nutrición aconsejan no perder de vista los alimentos de temporada ya que, en el caso de algunas frutas o verduras, pueden incluso ayudar a evitar los resfriados también propios de esta época del año.
La nutricionista Natalia Galán, del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, destaca entre estos productos de temporada las mandarinas, kiwis, caquis, manzanas, naranjas, plátanos o uvas, todas ellas con un "extraordinario" aporte de vitamina C.
Además, aconseja los llamados batidos "detox", con mezclas de frutas y verduras que, por su riqueza en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, otorgan propiedades nutricionales beneficiosas para el organismo, especialmente si se consumen crudas.
"Los alimentos de temporada son la mejor opción si queremos ajustar la economía familiar, ya que los encontraremos más baratos que el resto porque existe una mayor disponibilidad. Además, al cultivarse en las condiciones adecuadas son más sabrosos, con mejor textura y olor", ha explicado.
Esta experta recomienda no variar en exceso el tipo de alimentación aunque sí la manera de cocinarlos, sustituyendo por ejemplo las ensaladas por purés o sopas, o bien cocinando las verduras a la plancha.
No obstante, reconoce Galán, aunque la bajada de las temperaturas el cuerpo nos pide alimentos más calientes y "de cuchara", es necesario cuidar la calidad y el contenido nutricional de los ingredientes en sopas, caldos o patajes para evitar los que aporten más grasas.
"Nuestro organismo es muy inteligente y sabe adaptarse a diversas condiciones climatológicas, gracias fundamentalmente a la capa de grasa que lo recubre y que actúa como aislante. Y la diferencia calórica que nuestro organismo gasta de una estación a otra es mínima, por lo que no es necesario un aporte extra", ha explicado.
Esta experta recomienda comenzar el día con un buen aporte de vitaminas que provengan de cítricos, un lácteo y cereales. A mediodía una buena opción sería legumbre con cereal y verduras, como lentejas estofadas con verduras y arroz. Por la noche, lo ideal es cenar más ligero, como una sopa juliana y un pescado a la plancha. Y para comer algo a media mañana o en la merienda, se puede optar por algún lácteo, fruta o fiambre magro.
CUIDADO AL LLEGAR LAS FIESTAS
No obstante, esta experta recuerda que un momento clave durante el invierno es la llegada de las festividades navideñas, cuando es habitual aumentar el aporte calórico y nutricional en comidas y cenas familiares o de amigos.
En estos días, desde el Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, subrayan la necesidad de realizar actividad física y "compensar los excesos" con comidas más ligeras el mismo día o al día siguiente.
Asimismo, recuerdan que después de los abusos nutricionales habituales no es aconsejable recurrir a las llamadas 'dietas milagro', ya que "pueden proporcionar una pérdida de peso rápida, poco saludable y con un efecto rebote casi inmediato".