MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación revela que la sustitución de grasas saturadas en la dieta por grasas poliinsaturadas, que se encuentran en alimentos como aceites vegetales o frutos secos, está vinculada a un progreso más lento de la diabetes tipo 2 en personas con prediabetes cuyos músculos no absorben la glucosa adecuadamente.
La prediabetes es un trastorno en el cual los niveles de glucosa en la sangre son más altos de lo normal pero no lo suficientemente elevados como para ser clasificado como diabetes tipo 2. La investigación previa ha demostrado que la prediabetes se pueden dividir en dos enfermedades distintas, una en la que el hígado produce demasiada glucosa y otra en la que los músculos no absorben adecuadamente la glucosa.
El estudio, publicado este lunes en 'Plos One', se centró en los diferentes efectos de las grasas de la dieta sobre la prediabetes como dos patologías separadas, aunque análisis previos han demostrado que las grasas dietéticas tienen un efecto sobre la sensibilidad a la insulina.
Esta investigación también evaluó los distintos caminos de desarrollo de la diabetes en comparación con trabajos anteriores que han utilizado predominantemente la diabetes en estado avanzado como la medida de progresión de la enfermedad.
En la actualidad, se cree que la pérdida de peso es la forma más eficaz para prevenir la progresión de la diabetes en pacientes con prediabetes, pero los investigadores examinaron si una intervención dietética específica podría tener un impacto adicional para los pacientes, junto con un programa de pérdida de peso.
BENEFICIOS PARA UN SUBTIPO DE PACIENTES
Los científicos analizaron pequeños grupos de personas que estaban en un amplio espectro de niveles de glucosa incluyendo personas sanas (15), deportistas (14) y obesas (23) e individuos con prediabetes (10) o diabetes tipo 2 (11) mediante un análisis riguroso de los niveles de glucosa y ácidos grasos en la sangre. Se evaluaron las dietas de los participantes mediante un cuestionario dietético.
Los autores encontraron que en el trastorno en el que se altera la captación de glucosa en los músculos, la sustitución de grasas saturadas en la dieta por grasas poliinsaturadas tuvo un efecto beneficioso en la ralentización del desarrollo de la diabetes. Se cree que esto se debe a que las grasas poliinsaturadas promueven la captación de glucosa por los receptores de insulina en los músculos.
En las personas cuyos hígados estaban produciendo demasiada glucosa, se vio que la reducción de grasa saturada está vinculada a un avance más lento de la diabetes, pero su sustitución por grasas poliinsaturadas no tuvo ningún efecto.
La autora principal del trabajo, la doctora Nicola Guess, de la División de Diabetes y Ciencias de la Nutrición en el Kings College de Londres, Reino Unido, subraya: "Este estudio es el primero en explorar si podemos dirigir el asesoramiento dietético teniendo en cuenta las diferencias subyacentes en los dos estados de prediabetes".
"Los resultados sugieren que el aumento de la ingesta alimentaria de grasas poliinsaturadas puede tener un efecto beneficioso para los pacientes con un cierto tipo de prediabetes pero también informa sobre por qué ciertos cambios en la dieta pueden no tener ningún efecto sobre la progresión de la diabetes tipo 2 en el otro subtipo. Tenemos la intención de construir sobre este trabajo estudios más grandes y, en última instancia, probar esta idea en un ensayo aleatorio", adelanta.
Las limitaciones del estudio incluyen el pequeño número de participantes en cada grupo y el tamaño pequeño de la muestra total del estudio. El diseño transversal de la evaluación también significa que los autores no pueden confirmar la causalidad, es decir, una relación causa-efecto.