MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio sugiere que introducir granos integrales en la dieta en lugar de granos refinados eleva la pérdida de calorías al reducir las calorías retenidas durante la digestión y acelerar el metabolismo. Esta investigación se publica en tándem con un estudio sobre el efecto de los granos enteros en la microbiota intestinal en la edición digital de este miércoles de 'American Journal of Clinical Nutrition'.
Estudios epidemiológicos han sugerido algunos beneficios para la salud de los granos enteros y el alto consumo de fibra dietética, incluyendo el control glucémico y la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, ha habido controversia acerca de si los granos enteros y la fibra son beneficiosos para la regulación del peso, en parte porque no ha habido datos de estudios metabólicos controlados. Este nuevo análisis, que proporcionó alimentos a los participantes durante ocho semanas, puede ayudar a explicar cómo el consumo de granos enteros es beneficioso para el control de peso.
Este estudio ayuda a cuantificar cómo funcionan los granos enteros y la fibra para ayudar a mantener el peso y dar credibilidad a las asociaciones previamente detectadas entre el aumento de los granos enteros y el consumo de fibra, menor peso corporal y mejor salud", subraya el primer autor del estudio, Phil J. Karl, exalumno de la Escuela Friedman de Ciencia de la Nutrición y Política en Tufts, exasistente de investigación en el Laboratorio de Metabolismo Energético en el Centro de Envejecimiento e Investigación Nutricional Jean Mayer (HNRCA, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Tufts en Boston, Estados Unidos, y actual científico de nutrición en el Instituto de Investigación de Medicina Ambiental del Ejército de Estados Unidos.
Las personas que comieron una dieta con granos enteros, ajustada a la dieta recomendada de fibra, perdió cerca de 100 calorías por día debido a una combinación de aumento de la tasa metabólica en reposo y mayores deposiciones fecales, en comparación con las personas que comían granos refinados sin mucha fibra.
"Proporcionamos todos los alimentos para asegurarnos que la composición de las dietas difería sólo en la fuente de granos. Las calorías adicionales perdidas por los que comieron granos enteros equivaldría a una caminata rápida de 30 minutos o a disfrutar de una pequeña galleta extra cada día en términos de su impacto", dice la autora principal, Susan B. Roberts, científica y directora del Laboratorio de Metabolismo Energético de HNRCA.
LA FIBRA INFLUYE EN LA DIGESTIBILIDAD DE OTRAS CALORÍAS ALIMENTICIAS
El equipo de investigación realizó un estudio comparativo aleatorizado de ocho semanas con 81 hombres y mujeres entre las edades de 40 y 65 años. En las dos primeras semanas de la evaluación, todos los participantes comieron el mismo tipo de alimento y se determinaron las necesidades individuales en calorías.
Después de dos semanas, los participantes fueron asignados aleatoriamente a comer una dieta que incluía granos enteros o granos refinados. La dieta de grano entero y la dieta de grano refinado diferían principalmente en el contenido de grano y la fibra, con similitudes en la energía, la composición de macronutrientes, el tipo de alimento y la estructura de la comida.
Se les pidió a los participantes que consumieran toda la comida y nada más, devolvieran la comida que no habían comido y continuaran con su actividad física habitual. El propósito de este control dietético fue estudiar el efecto de los granos enteros en comparación con los granos refinados sobre la tasa metabólica en reposo y las pérdidas de energía por vía fecal, así como las sensaciones de hambre y plenitud.
A lo largo de las ocho semanas, los investigadores midieron el peso, la tasa metabólica, la glucosa en la sangre, las calorías fecales, el hambre y la plenitud. Al final del estudio, los que comieron granos enteros tuvieron un aumento en la tasa metabólica en reposo y pérdidas de energía por vía fecal frente a aquellos que ingirieron granos refinados. Las pérdidas adicionales de energía fecal no se debieron a la fibra extra en sí (que se contabilizó en los cálculos), sino por el efecto de la fibra sobre la digestibilidad de otras calorías alimentarias.
Los investigadores advierten que los efectos de una dieta de grano entero en la tasa metabólica en reposo eran sensibles a la adherencia dietética, por lo que se justifica una interpretación cautelosa. Sin embargo, basándose en investigaciones previas y en las mediciones actuales del estudio, creen que la pérdida de calorías no se debió exclusivamente a la digestión de la ingesta de fibra extra.
También señalan que se usaron productos comercialmente disponibles que usan harina de grano entero y plantean la hipótesis de que el consumo de alimentos con granos enteros podría aportar un beneficio más pronunciado. El hambre, la plenitud y la satisfacción dietética no fueron estadísticamente diferentes entre los regímenes alimenticios.
Los granos son un importante grupo de alimentos que incluyen trigo, arroz, avena y productos de cebada. Los granos enteros incluyen la capa nutritiva externa de los granos y se encuentran en productos con harina de trigo integral, harina de avena y arroz integral, mientras los granos refinados son almidones que han sido procesados y descompuestos en una textura más fina, principalmente para aumentar la vida útil, perdiendo el almidón de la fibra dietética, hierro y muchas formas de vitamina B.
El segundo trabajo publicado en 'American Jorunal of Clinical Nutrition', fue un ensayo clínico en el que los adultos que consumieron una dieta rica en granos enteros en lugar de granos refinados tuvieron modestas mejoras en la microbiota intestinal sana y ciertas respuestas inmunes.
El equipo analizó los resultados de un ensayo controlado aleatorizado de ocho semanas con 81 participantes para ver qué efecto tenía una dieta rica en granos enteros, en contraposición a una dieta rica en granos refinados, sobre respuestas inmunes e inflamatorias, microbiota intestinal y la frecuencia de heces en adultos sanos. Durante las primeras dos semanas, los participantes tomaron la misma dieta de estilo occidental de mantenimiento del peso, rica en granos refinados y en las seis semanas siguientes, 40 de esos participantes permanecieron en esa dieta, mientras que 41 consumieron una dieta rica en granos enteros.
"Encontramos efectos modestos del grano entero en la microbiota intestinal y medidas de la función inmune en el contexto de una dieta controlada de energía y macronutrientes donde se proporcionaron todos los alimentos a los participantes, permitiéndoles mantener su peso corporal constante y eliminando así el efecto de la pérdida de peso asociada con el aumento del consumo de fibra en los marcadores inmunológicos e inflamatorios. Además, incorporamos marcadores de adherencia a la dieta y el onsumo de grano entero, lo que nos permite determinar con mayor certeza el efecto de los granos enteros en la microbiota intestinal y la respuesta inflamatoria", subraya el director del Laboratorio de Inmunobiología Nutricional de HNRCA Simin Nikbin Meydani.