MADRID, 27 Abr. (EDIZIONES) -
Nuestro acelerado ritmo de vida ha llevado a la fabricación de los productos precocidos en lata o en bote de cristal, una alternativa ante esa falta de tiempo para poder realizar una buena cocción y preparación de los alimentos, si bien no todas estas opciones son igual de válidas. Aquí aprenderás cuáles sí y cuáles no son saludables, y en qué medida.
"No puedes vivir todo el día de latas o de botes, pero esporádicamente no hay problema. Sería mejor comer el plato hecho en el momento pero ante la falta de tiempo se pueden emplear de vez en cuando, y siempre sin olvidar que el fresco es imprescindible", advierte en una entrevista con Infosalus el presidente de la Fundación Alimentación Saludable, el dietista-nutricionista Jesús Román.
A su vez, llama la atención sobre el hecho de que éstas permiten almacenar en casa gran variedad de alimentos, sin necesidad de hacer la compra todos los días, pero recuerda que muchos de ellos tienen exceso de sal, de aditivos, y de otros ingredientes que, en su forma natural, los alimentos no contienen.
Entre un producto en bote o en lata, el experto en nutrición prefiere decantarse por el producto en bote de cristal por aspectos medioambientales, y también porque se aprecia el producto en sí.
Además, Román aconseja siempre fijarse en las etiquetas de las latas o de los botes de cristal, y mirar bien los ingredientes que figuran en primer lugar, que son los que se encuentran en mayor cantidad dentro del producto. "Si hay mucha sal o mucha grasa quizá compensa mirar otra marca. Una lata de conserva en sí no tiene que tener ni conservantes ni colorantes porque estos procesos no son necesarios para la esterilización de la lata, ni a la hora de enlatar la comida", advierte.
Así, desde la Fundación Alimentación Saludable enumeran aquellos productos que más consumimos y que se encuentran en lata o en bote de cristal, para adivinar dentro de estos cuáles son las opciones más saludables:
1.- Conservas de pescado: Su ingesta no debe ser más habitual del consumo de pescado fresco o congelado. "Podemos hablar de que un pescado en lata puede contabilizarse como una ración de pescado, pero no siempre", indica.
En caso de decantarse, de vez en cuando, por un pescado en lata recomienda comprar el producto siempre natural o en aceite de oliva virgen. Aquí alerta de la importancia de que aparezca la palabra 'virgen' porque si no se tratará de un aceite de oliva refinado, "que es menos saludable que la versión 'virgen'".
"Habitualmente solemos pensar que el aceite de girasol es saludable, pero el refinado de este tipo de productos no lo es. Si compramos conservas en aceite de girasol refinado habitualmente estaríamos aportando en exceso ácidos grasos omega 6, y lo que se busca es un equilibrio entre omega 3 y omega 6", precisa.
Además, dentro de las conservas dice que los menos recomendados son los que tienen salsas, como la salsa de tomate, ya que aparte del aceite de girasol, llevan azúcar y especias sin especificar (en la mayoría de los casos). Además, suelen contener más aditivos que si se encuentran sólo al natural o en aceite virgen.
2.- Legumbres de bote: Según advierte, existen muchas legumbres de bote que tienen una composición "nada recomendable", mientras que otras son excelentes. "Las legumbres cocidas en bote son una alternativa saludable, que mantiene los nutrientes de las legumbres, y supone una manera fácil de integrar este grupo de alimentos a nuestra dieta diaria. Las más recomendables son aquellas que tienen solo líquido de conserva formado por agua y sal. A pesar de ello, se debe escurrir bien el líquido y enjuagar con abundante agua para eliminar el exceso de sal. También si contienen algún aditivo podemos aceptarlas y enjuagarlas bien, aunque preferiblemente optar por la legumbre con agua y sal", aprecia.
En el caso de los míticos botes de fabada asturiana, o simplemente de legumbres con chorizo, panceta, o tocino, "alimentos no recomendables de por sí", tienen muchos más ingredientes añadidos para conservar esta mezcla de productos y por supuesto, más aditivos, según advierte, como almidones modificados, aceites vegetales refinados o incluso azúcar. "Todas estas sustancias no tienen que estar presentes en nuestra dieta y menos de forma rutinaria. Escojamos opciones saludables, que las hay", defiende la Fundación Alimentación Saludable.
3.- En último lugar, recuerda que existen otras muchas latas de comidas preparadas con otro tipo de ingredientes, como verduras en bote, patata y zanahoria cocida en lata, champiñones, alcachofas, espárragos, por ejemplo, que no se deben confundir con comida precocinada insana porque "son una muy buena alternativa para aumentar el consumo de verduras".