MADRID, 8 Nov. (INFOSALUS) -
El árbol del granado ('Punica granatum') proviene originariamente de Asia, aunque su cultivo se extendió al Mediterráneo y también hoy en día se puede encontrar en los continentes africano y americano. La granada pertenece a la familia botánica de las 'Punicaceae', una familia nada típica entre los alimentos vegetales de nuestra dieta.
España no es uno de los mayores consumidores de granada o productos derivados pero es fácil encontrar este fruta en fruterías y supermercados. El consumo de su zumo es más elevado en otros países europeos como Alemania e Inglaterra y en el exterior, en Estados Unidos, mientras que dentro de nuestras fronteras se toma en mayor medida como fruto y se añade en preparaciones culinarias como las ensaladas. En los últimos años se ha propiciado una mayor demanda asociada a sus propiedades antioxidantes.
Según explica a Infosalus Víctor López, profesor e investigador del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge de Zaragoza, los componentes más interesantes de la granada desde el punto de vista de la salud son los polifenoles. Los polifenoles son un grupo de compuestos presentes en las frutas y los productos de origen vegetal responsables de sus efectos antioxidantes y que están caracterizados porque en su estructura química existe un grupo fenólico.
En la granada, los polifenoles más interesantes como principios activos por sus posibles beneficios saludables son el ácido elágico y las punicalaginas. Estos componentes se encuentran repartidos por todo el fruto como semillas, cáscaras y piel interior. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre los posibles beneficios de la granada se han dirigido a la parte comestible del fruto y a su zumo en sí mismo o al extracto de granada y no a los compuestos de forma aislada.
Los estudios realizados hasta el momento muestran que la granada como fruto comestible, en extracto o su zumo a través de estos polifenoles podrían prevenir las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, y las metabólicas, como la diabetes o las dislipemias. "Se trata de patologías relacionadas con estilos de vida no adecuados como el sedentarismo o una dieta baja en frutas y verduras", señala el investigador.
MÁS DEMANDA DEL PÚBLICO PERO POCOS ESTUDIOS
"En los últimos años se ha producido un aumento del consumo de productos naturales y suplementos nutricionales como forma de prevenir patologías crónicas y retrasar el envejecimiento. En lo que se refiere a la granada no existen muchos estudios científicos sobre sus propiedades para la salud y los mecanismos que intervienen y nos gustaría aportar algo de luz en este sentido", señala el doctor López.
El trabajo de investigación sobre el zumo de granada y sus polifenoles en el que participa la Universidad San Jorge de Zaragoza, junto al Grupo ADIPOFAT del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y el Instituto de Enfermedades Cardiovasculares y Metabólicas de Toulouse en Francia, comenzó hace alrededor de un año y tiene por objetivo identificar los mecanismos fisiológicos implicados en los efectos saludables de estos polifenoles sobre el organismo.
Un estudio preliminar del grupo publicado en la revista científica internacional 'Food and Function' confirma que el zumo de granada posee una apreciable capacidad antioxidante y que en modelos 'in vitro' muestra un efecto inhibitorio sobre la proliferación de algunos tipos de células tumorales. Además, los investigadores también han confirmado uno de los mecanismos implicados en sus posibles efectos antiinflamatorios.
Algunos estudios en humanos sobre las propiedades de la granada se han dirigido a observar las posibilidades de su zumo en pacientes con alteraciones prostáticas, con riesgo cardiovascular así como en voluntarios sanos. Sin embargo, son estudios reducidos y que requieren de validación y replicación por otros grupos de investigación.
GRANOS, ZUMO Y EXTRACTO DE GRANADA
El estudio de las propiedades de la granada se puede realizar mediante el uso de extractos, que supone un concentrado de los componentes de las semillas o cortezas empleando diferentes disolventes de extracción o bien a través del zumo obtenido por presión en frío de los frutos.
El investigador señala que el consumo de entre uno y dos vasos de zumo al día (200-400 ml) aporta una cantidad significativa de polifenoles con efectos antioxidantes.
Eso sí, el doctor López apunta que estas cantidades de principios activos variarán según la marca del producto, el procedimiento del obtención y el origen de las granadas. No existen en principio efectos adversos identificados ni contraindicaciones aunque las personas con diabetes deben tener precaución en su consumo excesivo porque también es una fuente de azúcares.
"La granada es una fruta interesante para introducir de manera habitual en nuestra dieta por sus beneficios para la salud aunque quedan estudios por hacer para aportar más conocimiento sobre sus propiedades. Sin embargo, no podemos atribuir efectos saludables a cualquier producto elaborado con granada ya que no todos poseen los mismos componentes e ingredientes y por ello es importante que el producto esté bien etiquetado con su procedencia y composición", concluye el doctor López.