MADRID 2 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown, en Washington, Estados Unidos, informa de que la inhibición de una proteína apaga completamente el crecimiento del cáncer de páncreas, una enfermedad altamente letal sin tratamiento efectivo.
Su estudio, publicado en la edición digital de 'Science Signaling', demuestra en modelos animales y en células humanas de cáncer que, si bien la supresión de la proteína Yap no previene el cáncer de páncreas desde el primer momento, detiene su crecimiento.
"Creemos que éste es el verdadero talón de Aquiles del cáncer de páncreas, puesto que la anulación de Yap aplasta este tipo de cáncer tan agresivo. Esto parece ser el interruptor fundamental que promueve el crecimiento y la progresión del cáncer", afirma el investigador principal del estudio, Chunling Yi, profesora asistente de Oncología en el Centro Lombardi de Georgetown.
Yi añade que debido a que Yap se sobreexpresa en otros tipos de cáncer, como los tumores de pulmón, hígado y estómago, los investigadores ya están trabajando en medicamentos de moléculas pequeñas que inhiban la actividad de la proteína y sus moléculas asociadas.
El estudio se llevó a cabo en modelos de ratón de adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC, por sus siglas en inglés), que representa casi el cinco por ciento de los cánceres pancreáticos humanos. Estos ratones tienen una mutación en el gen KRAS, así como una mutación en su gen p53, como sucede en los humanos.
"Más del 95 por ciento de los pacientes con cáncer pancreático posee una mutación KRAS y alrededor del 75 por ciento tiene una mutación en el p53, por lo que estos ratones proporcionan un modelo natural de la enfermedad humana", señala esta experta.
Como ha sido muy difícil diseñar fármacos que se dirijan a KRAS o p53, en este estudio se buscaron otros potenciales objetivos implicados en el crecimiento incontrolado del cáncer de páncreas. Así, vieron que Yap estaba sobreexpresada en los modelos de ratón y las muestras humanas de PDAC, descubriendo que la mutación KRAS hallada en la mayoría de cánceres de páncreas activa Yap.
"La mutación KRAS utiliza Yap para hacer que las células cancerosas crezcan, por lo que bloquear Yap desactiva la actividad del gen mutado", subraya Yi. Yap apaga la actividad del oncogén p53, aunque el enlace entre p53 y Yap no se conoce todavía.
"KRAS y p53 son dos de los genes más mutados en cánceres humanos, por lo que nuestra esperanza es que un fármaco que inhibe Yap funcione en pacientes con cáncer de páncreas, que tiene ambas mutaciones, y en otros tipos de cáncer con una o ambas mutaciones", concluye la principal autora de este trabajo.