MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Dartmouth, en Hanover, New Hampshire, Estados Unidos, demuestran en un estudio reciente que una parte previamente estudiada del cerebro, la corteza retrosplenial, es esencial para la formación de la base de recuerdos contextuales, los cuales ayudan a las personas a recordar acontecimientos que van desde desastres globales a cuestiones como dónde aparcó el coche, según informan en un artículo publicado en 'The Journal of Neuroscience'.
Un aspecto importante de la memoria es la capacidad de recordar el lugar físico o el contexto en el que ocurrió un evento. Por ejemplo, al pensar en eventos con carga emocional, como los atentados terroristas del 11-S en Estados Unidos o el asesinato de John F. Kennedy, se recuerda no sólo el evento sino dónde estaba la persona que lo recuerda cuando sucedió.
Aunque se sabe que una red específica de regiones del cerebro es importante para la memoria contextual, no se conoce cómo las diferentes partes de la red contribuyen a este proceso. Mediante el uso de una tecnología recientemente desarrollada conocida como 'chemogenetics', el laboratorio del profesor David Bucci está empezando a dilucidar cómo las diferentes estructuras del cerebro contribuyen al aprendizaje y la memoria contextual.
Desarrollada en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, la técnica 'chemogenetics' permite a los investigadores "controlar de forma remota" la actividad de las células cerebrales mediante el uso de un virus para transferir genes a un receptor sintético en una región del cerebro. Los receptores son sensibles sólo a un medicamento sintético que se administra a través de una simple inyección y, mediante la unión a los receptores, el fármaco apaga temporalmente o enciende células cerebrales en esa región durante un corto periodo de tiempo.
Utilizando este enfoque, el laboratorio de Bucci demostró en un experimento con ratas que la corteza retroesplenial es crítica para la formación de la base de los recuerdos contextuales. Ha sido la primera vez que se emplea la técnica 'chemogenetics' para desactivar las células a lo largo de toda la corteza retroesplenial y la importancia de este hallazgo se pone de relieve en dos estudios recientes que muestran que el hipocampo, otra importante área cerebral implicada en los recuerdos contextuales, no está activa o es necesaria para la formación de las primeras asociaciones que subyacen a la memoria contextual.
La Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos ha otorgado recientemente a Bucci 725.000 dólares de subvención para continuar con esta investigación. "Al proporcionar una nueva visión de la función de esta parte del cerebro, nuestro trabajo también tendrá implicaciones para entender las bases de las enfermedades que afectan a la memoria contextual, como el Alzheimer -resalta Bucci--. De hecho, estudios recientes han demostrado que la corteza retrosplenial es una de las primeras áreas del cerebro que está dañada en las personas con Alzheimer".