MADRID, 24 Jun. (EDIZIONES) -
Ya está aquí el verano y se acercan las vacaciones. En estas circunstancias muchas personas se lanzan a hacer todo el deporte que no han hecho durante el año, con el objetivo de ponerse en forma y de poder lucirse mejor en la playa o en la piscina. No obstante, nunca es tarde para ello aunque eso sí, hay que adecuarse al calor, y a la condición física y no forzar, porque puede pasar factura.
En una entrevista con Infosalus, el profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de A Coruña, y médico de la Unidad de Medicina del Deporte de HM Hospitales en Coruña, el doctor Miguel Santiago, bromea con que, "posiblemente" estas personas "llegan tarde a ponerse en forma". Por ello, insiste en que hay que tratar de adecuar las posibilidades de cada persona con las condiciones climáticas.
"Hay que ser coherente con lo que cada uno puede hacer. Parece muy obvio pero cuando se lleva tiempo desentrenado, el organismo pierde la forma muy rápidamente, se producen ciertas adaptaciones y en la memoria queda. El pasado no entrena, y todo es presente, por eso hay que entrenarse con calma, en la medida de las posibilidades de cada uno", insiste el especialista.
A la hora de ponerse en marcha de nuevo pide diferenciar entre quienes llevan 15 años sin ejercitar músculo alguno, más que el del dedo para el mando de la televisión, o aquellos que lo han dejado temporalmente por determinadas circunstancias.
Aquí vuelve a insistir en la necesidad de "equilibrar las cargas" en el sentido de que si se ha practicado un deporte con antelación y se conocen las intensidades y la capacidad de la persona, adecuarlo a ello, véase con el running. "Empezar poco a poco hasta volver a ponerse a tono", indica. En cambio, si nunca se ha hecho surf, por ejemplo, y ahora se quiere empezar, el doctor Santiago recomienda ponerse siempre en manos de un experto.
"Cuando se trata de personas que llevan un tiempo prolongado sin hacer actividad, un reconocimiento de base mínimo no estaría mal para empezar, el pedir consejo a nivel médico, saber si se está bien; sobre todo si es de intensidad la actividad que se va a realizar. Por ejemplo, si me planteo que quiero hacer travesías o un trabajo en el agua durante horas, o una actividad de bicicleta", cita el experto en medicina deportiva.
Por ello, el especialista insiste en que cada persona puede hacer lo que su condición física le permita. "El problema es que con un bajo nivel de condición física no se puede pretender correr a unas velocidades que el organismo no puede. Correr es sano. Pero también un paso rápido puede ser similar si se está bajo de forma", sostiene.
En este punto destaca que si el objetivo es sentirse mejor y perder algún kilo, desde el punto de vista de aparato locomotor, es mucho menor el impacto si se camina que si se corre. "Gasto más si corro, pero si el objetivo es controlar el peso y mantenerme activo, sobre todo las personas que llevan tiempo sin hacer ejercicio, el gasto y el esfuerzo van a ser los mismos si se anda. Además, se surgirán menos problemas, por lo que se podrá seguir después", precisa.
Así, el médico de la Unidad de Medicina del Deporte de HM Hospitales sugiere la práctica deportiva con regularidad, dos, tres o cuatro horas a la semana, para que ya se convierta en un entreno. "Si no no será bueno ni saludable pegarse la paliza un día y ya está", alerta.
A su vez aconseja la práctica de ejercicio aeróbico y más o menos continuado, como andar en bici o caminar. "Ayuda a todos los sistemas. Esas actividades la ventaja que tienen es que son más programables. Es más fácil empezar nivel básico y en poco tiempo se produce la adaptación, de forma que cada vez se podrá trabajar más y más", agrega. En cambio, el experto en medicina del deporte desaconseja la práctica de deportes bruscos, que difícilmente soportará el organismo.
PAUTAS PARA REINICIAR LA PRÁCTICA DEPORTIVA
Sobre las pautas a seguir para volver a ponerse en forma con el calor del verano, el doctor Miguel Santiago plantea:
1. Ir poco a poco, que cada día sea una meta nueva.
2. Ser consiente de que se ha estado parado y de las limitaciones y la condición física de cada persona.
3. Buscar aquella intensidad que se sea capaz de mantener el propio organismo.
4. Ir con una muy lenta progresión y, a poco que se le dé continuidad. El organismo va respondiendo y se adapta, permite un trabajo mayor. No tratar de que esa progresión se pare. Incluso después de verano continuar haciéndolo.
5. Tener cuidado con el medio, la actividad física es sana pero se hace en un medio relativamente hostil, con el calor, por tanto la pérdida y la falta de hidratación pueden dar problemas si las condiciones climatológicas son complicadas. Hay que pensar que en verano se suda más y hay que saber que somos un motor en combustión. Hay que hidratarse correctamente.
6. Alejarse de las horas del día que den más problemas.
7. La radiación es importante por lo que hay que protegerse a nivel de piel.
8. Controlar el medio, y alejarse de problemas graves que puedan ocasionarse.
9. Practicar hasta cuatro horas semanales de deporte, con bastante regularidad.
10. Ejercicios aeróbicos, como la bicicleta, nadar o andar, permiten empezar poco a poco y después ir a más.
"Hay que animarse a hacer deporte. Se ganaría mucho desde el punto de vista de salud. Si todo el mundo hiciera actividad habría menos problemas de salud. El gran problema que tenemos es que lamentablemente cada vez somos más sedentarios", lamenta el especialista.