MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Alrededor del 10 por ciento de la población en nuestro país sufre alternaciones de la tiroides, pequeña glándula situada en la parte anterior del cuello debajo de lo que vulgarmente se conoce como 'nuez', si bien casi la mitad no lo sabe, según ha comentado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con motivo de la celebración de la Semana Internacional de la Tiroides.
La enfermedad más frecuente es el hipotiroidismo, que acontece porque la glándula tiroides tiene dificultades para fabricar sus hormonas (la más importante la tiroxina), por tanto se fabrica menos o bien no fabrica nada.
"En la actualidad, en nuestro entorno la causa que puede producir un hipotiroidismo es un proceso que llamamos autoinmune, y el diagnóstico del hipotiroidismo es sencillo, basta con hacer un análisis de sangre, se analiza la tirotropina (TSH); pero el problema es que los síntomas pueden pasar desapercibidos y, por tanto, no se piensa en esta enfermedad", ha comentado el doctor del grupo TiroSEEN de la SEEN, Luis Vila.
A juicio de este experto, habitualmente se suele asociar el hipotiroidismo con la ganancia de peso pero no siempre ocurre y no es el síntoma más importante ni el más evidente; sí lo son síntomas muy inespecíficos como cansancio, depresión, disminución de la memoria, piel seca, caída del cabello. "El médico debe saber ver de la manera más adecuada la oportunidad de analizar la TSH, ya que estos síntomas pueden estar asociados a un gran número de otras enfermedades", ha apostillado.
Ahora bien, el hipertiroidismo se da justo a la inversa: la glándula fabrica un exceso de hormonas. Esta situación suele ser mucho más evidente, los síntomas suelen ser más claros: pérdida de peso de una manera relevante, notar que el corazón se acelera de manera incontrolada y sin motivo aparente, insomnio, nerviosismo, mayor sudoración, entre otros síntomas.
"Para diagnosticarlo, en algunos casos vale la pena pedir la analítica, por ejemplo cuando en la familia hay antecedentes de enfermedades de la tiroides; cuando hay deseo de gestación; cuando hay abortos repetidos o infertilidad; en caso de una depresión; en algunas obesidades; o cuando sube el colesterol de la sangre y en personas de más de 65 años, en las que el riesgo es claramente más elevado", ha informado este experto.
LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO ANTES Y DURANTE EL EMBARAZO
Y es que, según los expertos de la SEEN, la presencia de las alternaciones de la tiroides tiene dos situaciones críticas: las mujeres que desean quedarse embarazadas o cuando ya lo están, y los recién nacidos.
"Durante la gestación parte del desarrollo cerebral del bebé depende de la hormona de la tiroides que hace la madre, la tiroxina. Si se llega a la gestación con hipotiroidismo franco, no diagnosticado y por tanto no tratado, puede suponer un riesgo para el feto. Por otro lado también se han visto más problemas durante la gestación, por ejemplo más abortos, cuando la glándula no funciona bien", ha informado Vila.
En el caso de los bebés, y desde hace muchos años, prácticamente al 100%, se les hace una analítica (TSH) al poco de nacer para confirmar que la glándula funciona bien. En caso de detectarse un hipotiroidismo se inicia el tratamiento inmediatamente.
"Es recomendable realizar determinación de hormonas tiroideas a mujeres gestantes durante el primer trimestre de embarazo, a fin de comprobar que la función tiroidea es adecuada para asegurar un buen desarrollo del feto. No se recomienda hacer esta determinación de hormonas a toda la población, sino solo a aquellas personas con síntomas o signos de disfunción tiroidea. Tampoco se recomienda hacer ecografía tiroidea a todo aquel que tenga disfunción tiroidea, sino solo a aquellos que presenten aumento de tamaño del cuello o cuya glándula tiroides sea palpable (bocio)", ha añadido la miembro del área de tiroides de la SEEN, Piedad Santiago.