MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La investigación ha demostrado que cuando los niños ven demasiado tiempo la televisión, su riesgo de obesidad aumenta, pero no se ha estudiado tanto cómo afecta el tiempo que pasan ante las pantallas de otros dispositivos, como tabletas y teléfonos inteligentes. En un nuevo estudio programado para su publicación en 'The Journal of Pediatrics', los autores descubrieron que los niños que dijeron pasar más tiempo con este tipo de dispositivos y viendo la televisión participan en comportamientos que pueden llevar a la obesidad.
Los doctores Erica L. Kenney y Steven L. Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, estudiaron los datos de las oleadas de 2013 y 2015 del 'Sistema de Vigilancia de Comportamiento de Riesgo en la Juventud', que incluyó a 24.800 adolescentes en los grados de la escuela de noveno a duodécimo.
La encuesta reunió datos sobre las horas invertidas en el manejo de dispositivos de pantalla (teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores y videojuegos) y viendo la televisión, horas de sueño promedio en una noche escolar, cantidad de bebidas azucaradas consumidas en los siete días anteriores y la frecuencia de la actividad física (por lo menos 60 minutos al día) durante los últimos siete días.
Los investigadores descubrieron que casi el 20 por ciento de los adolescentes estadounidenses pasaban más de cinco horas al día usando teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores y videojuegos, en comparación con sólo el 8 por ciento que veía más de cinco horas diarias de televisión. Ver demasiada televisión continuó asociándose con obesidad y mala alimentación entre los adolescentes.
Sin embargo, los científicos también hallaron que los adolescentes que pasaban más de cinco horas al día empleando los dispositivos de la pantalla eran dos veces más propensos a beber una bebida azucarada cada día y no dormir lo suficiente o no hacer mucha actividad física y presentaban aproximadamente un 43 por ciento más de probabilidades de padecer obesidad en comparación con adolescentes que no invertían su tiempo en el uso de estos dispositivos.
Aunque este análisis no puede concluir definitivamente que el uso de dispositivos de pantalla está causando mayores tasas de obesidad, los hallazgos son motivo de preocupación. Según Kenney, "este estudio sugiere que limitar el uso de otros dispositivos de pantalla por parte de niños y adolescentes puede ser tan importante para la salud como limitar el tiempo de exposición a la televisión". Hasta que haya más investigación, los médicos deberían animar a las familias a establecer límites tanto para el consumo de televisión como el de otros dispositivos de pantalla.